Capitulo 42: Apuesta (Parte 2)

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Zou Yuanqin esperaba que Chu Lian empezara a preocuparse por cómo devolver los mil taels; no había pensado que Chu Lian 

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Zou Yuanqin esperaba que Chu Lian empezara a preocuparse por cómo devolver los mil taels; no había pensado que Chu Lian 

empezaría a sospechar del valor de los bollos de melocotón de la longevidad. Su rostro enrojeció inmediatamente por su ira.


Después de todo, Zou Yuanqin era sólo una niña de doce años. También era una hija legítima favorecida en su casa, y la compañera de la Princesa Imperial Leyao.


Por lo general, todos la mimaban, y lo que más odiaba era que alguien desafiara su autoridad. El comentario de Chu Lian había encendido la mecha de su temperamento de petarda.


"¡Chu Lian! ¿Cómo te atreves a dudar de mis palabras? ¡No creas que puedes acusarnos así sólo porque eres demasiado pobre para pagarnos! Déjame decirte ahora, ¡no me importan los mil taels!"


La cara de Zou Yuanqin estaba ya completamente roja.


La señora Huang no esperaba que su hija perdiera la calma tras una sola frase de Chu Lian. Frunció el ceño y lanzó una mirada a Zou Yuanqin.


Por desgracia, Zou Yuanqin estaba cegada por su rabia y no se dio cuenta de la mirada de su madre.


La señora Huang se arrepintió de repente de haber accedido a la petición de su hija de utilizar ese plato de bollos de melocotón de la longevidad para ponerle las cosas difíciles a Chu Lian.


Sin embargo, ahora que su hija había hablado, no era apropiado que ella interviniera. Si intervenía ahora, parecería que estaba intimidando a una joven.


Al fin y al cabo, Chu Lian era todavía una joven que acababa de alcanzar la mayoría de edad.


En la rabia de Zou Yuanqin, ella había gritado el nombre completo de Chu Lian.


En un acto público como éste, llamar a alguien por su nombre completo, especialmente a una mujer casada, era extremadamente grosero.


El repentino arrebato de Zou Yuanqin hizo que las nobles damas espectadoras fruncieran el ceño. Este año ya tenía doce años. En dos años más, sería el momento de comprometerse.


Al ser tan revoltosa en un lugar público con tantas damas nobles observando, estaba arruinando sus propias posibilidades de encontrar un buen marido.

La mujer transmigrada se encuentra con el hombre Renacido[PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora