- Capítulo 6 | Final -

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Esa noche, Kurt condujo hasta Westerville, Ohio, donde se encontraban los edificios de dormitorios de la Academia Dalton.

Decidió específicamente ir allí por la noche cuando el guardia del turno de noche, John, se hizo cargo. Conocia a Kurt desde que solía hospedarse en el edificio cuando aún era estudiante en Dalton, por lo que nunca le importó dejarlo entrar a pesar de que los extraños tenían prohibido entrar.

"Buenas noches, John", saludó Kurt.

"Hola, Kurt". John saludó y volvió al Dalton Weekend Chronicle que tenía en sus manos.

Kurt subió corriendo las escaleras y corrió por los pasillos hacia la parte donde estaba el dormitorio de Sebastian.

Se paró frente a la puerta durante unos buenos minutos antes de llamar. Después de un rato, escuchó fuertes pasos acercándose a la puerta.

La voz desde adentro gruñó con enojo, "Maldita sea, Nick. Te lo dije, no te robé la navaja-" Sebastian fue interrumpido por lo que vio en su puerta.

No era Nick, que regresaba por tercera vez para buscar su afeitadora, que obviamente estaba en casa de Jeff.

Era Kurt, recuperando el aliento y luciendo un poco sonrojado por subir corriendo las altas escaleras. "Qué quieres, Hummel?" dijo con la voz más resentida que pudo reunir, pero lo dejó entrar de todos modos.

Kurt entró al dormitorio y se dio la vuelta, recibiendo la mirada glacial del Warbler.

"Sebastián, vine aquí para-"

"A qué? Razonar? Porque eso no es lo que quiero, y realmente no estoy de humor". Sebastián escupió. El fuego que se acumulaba dentro de él era evidente.

"Por favor, escúchame, Bas". Kurt no se molestó en ocultar la desesperación en su voz. "Necesito que me escuches. Necesito que sepas cuánto lo siento-"

"¡No!" gritó el Warbler, pasándose las manos por el cabello.

"¡No, Kurt! Ya te lo dije, he terminado con esto! ¡No puedes venir aqui, disculparte y luego esperar que todo siga como si nada hubiera pasado! ¡No dejaré que me uses más!"

"Yo nunca... yo nunca te usé" La voz de Kurt estaba temblando.

Sebastian resopló y lo miró con incredulidad. "Eso es en lo que eres bueno. Mentir. Sabes, serás un gran actor en el futuro".

"Sebastian, por favor..." Kurt dio un paso adelante y trató de alcanzar su mano, pero Sebastian inmediatamente la apartó.

El Warbler frunció los labios y bajó la cabeza. El rechazo hizo que el chico de porcelana sintiera como si lo hubieran apuñalado con una daga de doble filo.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos una vez más. Cuándo iba a dejar de llorar?. Por un rato, hubo silencio. Kurt podia escuchar a Sebastian haciendo todo lo posible por sofocar sus lágrimas, pero al final fallaba.

Observó cómo el Warbler envolvía sus brazos alrededor de sí mismo y se mecía hacia adelante y hacia atrás en un intento de consolarse.

"Te entreguétodo, Kurt.." Sebastian finalmente habló.

Su voz era tan suave, casi como un susurro, que Kurt se habría perdido lo que dijo si no hubiera estado escuchando con atención.

"Renuncié a todo por ti... Y eso aún no fue
suficiente"'. Se rió sardónicamente y miró hacia arriba para mirar directamente a los ojos de Kurt por primera vez esa noche.

"Solo quise esperaba una cosa y eso era que tu... que tu me eligieras". Kurt vio el dolor reflejado en sus ojos.

Una ola de culpa recorrió todo su cuerpo porque era plenamente consciente de que era él quien causaba ese sufrimiento a Sebastian.

Mio, Tuyo [Kurtbastian] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora