Birthday Sex 2/2

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Sí, así de grande era el orgullo de Minjeong como para mencionarlo en aquella conversación. La mayor rio suavemente, mientras fruncía sus cejas, tomó del rostro a la menor y con su pulgar limpió una que otra lágrima que brotaba de sus ojitos, para luego decir:

ᅳ ¿Puedes tragarte tu orgullo por primera vez conmigo y demostrarte que debemos estar juntas? ᅳ Cuestionó acercándose a los labios ajenos, Winter jadeó y asintió de forma lenta.

¿Lo recordarán? Esa es la pregunta, pues a pesar de todo, seguían ebrias. Y claro... Eso no les importó en lo más mínimo.

Jimin apegó aún más sus cuerpos, seguido de esto, besó los rojos labios de la rubia. Era una mezcla agridulce, la carnosa comisura de la más pequeña sabía a fresa y con el alcohol, le daba un toque agrio. Una combinación perfecta y excitante para la pelinegra.

Sus lenguas jugaban entre ellas con desespero, encontrándose nuevamente como si fuera la primera vez. Una última lágrima resbaló por las rosadas mejillas de la menor, la cual seguía bailando y tallando su cuerpo con el ajeno. El calor en sus cuerpos aumentaba cada vez más y ese jean negro, que traía puesto Karina, comenzaba a apretarle y a ser más incómodo.

La más alta tomó de la mano a Minjeong y tambaleando, subieron las escaleras con dirección al cuarto de Ningning. Esta última, junto a Giselle, vieron toda la escena y se quedaron sorprendidas.

Y vaya que sí.

~

La falda y camiseta de la rubia ya estaban regadas en el piso, mientras se recostaba en la cama, ansiosa y deseosa. Por otra parte, la pelinegra quitó su cinturón marrón y lo arrojó a cualquier parte de la habitación. Bajó la cremallera de sus pantalones y lo bajó completamente, provocando que su erecto miembro sobresaliera, aún en su bóxer.

Con una sonrisa cerró la puerta con cerrojo. Extasiada, se aproximó a la menor quedando encima de ella, sin aplastarla. Sus labios se dirigieron a la blanquecina piel de su cuello dejando lamidas y besos húmedos, pues sabía que -a pesar de que la mayor lo deseaba- a Winter no le gustaban las marcas.

Discretamente, la más pequeña despojó las mojadas bragas de su cuerpo y las puso a un lado, se abrió de piernas y comenzó a tocar su feminidad, húmeda y necesitada. Lo que provocó que las dos dejaran salir un sonido obsceno de sus labios. La imagen de Minjeong tocándose frente a ella simplemente le fascinaba. La pelinegra podía jurar que con sólo ver a la rubia hacer eso, podía fácilmente culminar.

Jimin seguía en medio de sus piernas viendo como Winter ponía los ojos en blanco y gemía suavemente. La mayor sonrió con malicia al saber que en unos minutos, haría gritar a la menor como nunca.

Bajó su bóxer, liberando su elevado falo, el cual salió disparado casi rozando su abdomen. Y pensar que todo eso, lo había provocado Minjeong en cuestión de segundos. La pelinegra tampoco se quedó atrás y con su mano derecha tomó toda su longitud y la bombeó con rapidez, soltando uno que otro jadeo. Unos segundos después, la menor ya se había corrido en sus propios dedos, los cuales lamió y saboreó muy seductoramente para provocar a la más alta.

La mayor alineó su venoso miembro justo en la entrada de Winter e introdujo la cabeza de este.

ᅳ H-Hazlo...

ᅳ Uh... ¿Qué cosa, amor?

ᅳ ¡Mierda, fóllame, Karina! ¡Te necesito!

La más alta rio ante la desesperada petición de su amante, y sin previo aviso, se hundió en ella. Tal acto hizo que Minjeong chillara. Se quedó quieta unos momentos, para luego comenzar embestidas lentas y delicadas, provocando que la rubia jadeara y suplicara por más.

Lo delicado y suave lo dejó a un lado. Las embestidas de Jimin se hacían cada vez más rápidas y bruscas. Winter sólo se limitaba a gemir alto, pues la pelinegra nunca le fallaba a la hora de tener sexo. La rubia se aferraba a las sábanas con fuerza y se mordía su labio de vez en cuando. El volumen de sus gemidos aumentaba, gritaba y sus piernas se retorcían del placer.

La mayor gruñía y dejaba salir uno que otro jadeo de sus labios. Sonriente, colocó su mano en el cuello de la menor y la otra en sus caderas, casi ahorcando a Minjeong. Claro, con delicadeza. "Más" era lo que pedía la más pequeña y la mayor, obviamente, acató sus órdenes. Ellas querían pensar que eran las únicas personas en el mundo, era su momento, sólo suyo. Los minutos se hacían horas y todo iba en cámara lenta para las chicas.

Aun follándola con cero delicadeza, la vista de Karina era magnífica. Ver cómo Winter disfrutaba de sus toques era algo fascinante: Sus senos rebotaban y una leve capa de sudor cubría ambos cuerpos, provocando que la luz se refleje en ellos y los haga brillar. Los gritos de la rubia no paraban, sin duda, sus gemidos opacaban aún más que la música. Claramente los vecinos se enterarían de todo el placer que recibía Winter.

Pasaron unos minutos, las dos estaban agotadas. A pesar de querer más, unos pequeños espasmos recorrieron el cuerpo de la más baja, para finalmente gritar nuevamente y de una manera desgarradora, por fin llegar otra vez al orgasmo. Jimin se corrió poco después, ya fuera de Minjeong, manchando ambos cuerpos con sus blancos fluidos.

Las dos cayeron rendidas en la cama. La mayor se encontraba al lado izquierdo de la cama con sus brazos en su cabeza y su respiración agitada, mientras que la otra estaba a su costado, analizando lo que acababa de pasar. Sus mejillas estaban más que rojas y su cuerpo seguía caliente. Finalmente, la rubia habló.

ᅳ ¿Esto volverá a pasar? ᅳ Cuestionó Winter. Aún no se atrevía a mirar los hermosos ojos cafés de su amante.

ᅳ Depende.

ᅳ ¿Depende? ¿De qué?

ᅳ De ti. Tú eres la que decide si quieres que vuelva a pasar. Creo que te dejé muy en claro que aún te amo y que quiero estar contigo pase lo que pase. Pero... No sé lo que tú quieres ᅳ Suspiró la pelinegra mirando a Minjeong, la cual aún no despegaba su vista de la madera de arriba.

Ninguna dijo otra palabra, quedando la habitación en "total silencio", pues la música todavía seguía sonando. La menor, por fin se atrevió a mirar a Karina. Involuntariamente, se subió a horcajadas de ella y bajó su mirada de forma tímida.

La mayor sonrió y cerró sus ojos de forma relajada para luego decir...

ᅳ ¿Qué te parece una cita... Pasado mañana? Así te doy otro regalo de cumpleaños.

ᅳ ¿Eh? No me diste nada... ᅳ Musitó Winter confusa. La más alta rio y abrió uno de sus ojos.

ᅳ Claro que sí. Te di sexo de cumpleaños.










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Si encuentran algún error, avísenme para corregirlo <3

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Editado 11/03/22

Birthday Sex - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora