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Muy cerca de los meses más calurosos del año, no es primavera, se trata del verano, Taeyong estira sus piernas para deshacerse de la sudoración que las vuelve pegajosas.

Tiene un lindo par de shorts y ha decidido tomar el sol porque necesita una gran dosis de vitamina E, eso le recomendó el médico cuando terminó en su estudio sintiéndose mareado.

Mitades de agosto y como chuseok se acerca piensa en ir a casa, las vacaciones son necesarias para la salud, para subir las vitaminas que no se pueden obtener sin medicarse.

Seguidos van sus brazos bien blancos (aunque con alguna que otra marca de la máquina tatuadora), en esos días sin nadie a su lado extraña a Ruby y como es costumbre, piensa en Dongyoung.

Ya no quiere depender de instagram para encontrarse con él, simplemente desea volver a mensajearse todos los días y dormir juntos como si su vida dependiera del reposo que le daba a su cabeza sobre el pecho del menor.

Ese era el mayor deleite de su vida, saber que podía descansar sin preocuparse de otra cosa más que respirar el aroma dulce de Dongyoung. Estos días se desespera por no ver una simple espora de vida tras regresar del trabajo, ser artista es tan solitario, pintando, modelando, escribiendo reseñas porque su opinión cuenta, dibujando cosas que no le va a enseñar a nadie porque todas se parecen a Dongyoung.

Desde esos conejitos, muchos grupos y de todos los colores y razas. Hasta las flores, e incluso sus facciones por separado, ¿cómo sacarse esos ojos de la mente?

No puede vender eso, no puede simplemente ir a mostrar su trabajo cuando es la imagen de otra persona que aunque quisiera decir que le pertenece, no lo hace.

¿Qué significa para Doyoung cuando lo único que hacen es mantenerse en paz? ¿qué significa besarse con frecuencia y suavidez? no hacen nada más que eso, quiere preguntarle si lo ama, pero eso es ilógico porque no son pareja y tampoco se ven con fluidez ¿por qué se juntan para hacer que sus vidas se tornen de colores pastel y luego vuelven al negro o al blanco?

Ni siquiera sabe si su situación puede nombrársele "amigos con beneficios" ¿qué beneficios? a su parecer es más un sufrimiento precedido por la armonía, y si sabes algo de matemáticas los positivos y negativos se pueden neutralizar uno al otro en cero, de modo que no hay beneficios porque no es positivo, se convierte en nada, la batalla entre las sumas y restas llega al vacío.

Mira sus lentes, la vida se ve rosa a través de ellos, ¿cómo puede hacer que eso pase? ¿cómo colorear la vida?

Detesta que su única forma de comunicación sean los besos, no hay más y lo peor es que nada le dicen. Tienen que aprender a hablar y no fingir que cuando están juntos sus almas se estancan en el mejor mar de tranquilidad que hay en esta vida. Aunque es la realidad.

Cuando mira el tiempo atrás, la noche en la que todo empezó, es extraño, él no se imaginó llegando para terminar dormido en la cama de Dongyoung, no pensó que sus impulsos de cercanía lo obligarían a besarlo en un momento tan intimo y, sobre todo, jamás dudo en que el menor lo rechazaría, era como algo obvio; sin embargo, Dongyoung lo apretó contra él y lo obligó a subir por completo, si bien, Taeyong dio el primer paso, fue un boleto sin regreso cuando el pelinegro le tomó las mejillas.

También se pone a observar sobre cómo siguió andando con eso todos los días de su vida hasta que se acabó la universidad, ellos se tomaban de la mano, por los meñiques y no hablaban mucho más que lo necesario, después le avisarían a sus padres que estarían estudiando, eso en realidad sucedía, no era una mentira, pero cuando el ocaso llegaba, Dongyoung se levantaba del escritorio para cerrar la puerta con seguro.

Después se quitaba las pantunflas y se recostaba en la esquina de su cama, a veces abrazaba a un peluche hasta que Taeyong se daba cuenta de la repentina ausencia permanente y giraba su silla para mirar al chico con los ojos cerrados, no dormido, sólo esperando.

Para ese momento, sabía que la hora de estudio había llegado a su fin, seguía una rutina similar y se arrastraba a la cama llamado por un mensaje en forma de la veladora con olor a vainilla y apretujaba con delicadeza el cuerpo del menor para llevarlo cerca y mantener el calor mientras repartía besos inocentes y repletos de cariño por todo su rostro.

Nada desesperado pasó jamás, no había razón.

Uno tras otro, con los labios casi cerrados y con el permiso de ambos, era besar una flor y querer recordar con constancia la plenitud de su superficie perfecta y aterciopelada.

Taeyong se toca los labios dudando cuando fue la última vez que besó las mejillas de Dongyoung, su parte favorita en definitiva, esa cicatriz que le cruza por el lado izquierdo.

Él podría encontrar en otras personas lo mismo, contacto de labios constante, aunque eso no es lo que busca y se da cuenta cuando ya está llamándolo.

—Young-ah.

—¿Uhm? —Dongyoung se detiene a medio camino a la cocina al notar el nombre en la pantalla.

—Quiero verte.

—Yo—divaga por casi un minuto—estoy algo ocupado, pero si quieres venir a mi casa, te daré la dirección.

Dongyoung jamás se molesta en preguntar la razón cuando se trata de Taeyong, algo en su cabeza le dice: esto tiene que pasar, no importa el modo, el destino nos pone frente al otro siempre, por algo será, quizá no sea lo que quiere, pero debe ser algo importante.

—No, lo que quiero decir es que ya no quiero que sigamos pasando de largo, por favor, hablémoslo—se sincera después de tanto tiempo. —No quiero que seamos simples amigos que pretenden ser desconocidos hasta que ya no lo soportan.

—¿Qué quieres decir? —cuestiona antes de sentarse porque se siente irreal, es su coincidencia de vida.

—No más "¿puedo verte?", sólo seamos parte de la vida del otro, como antes, incluso más que antes, si me lo permites, y yo sé que lo haces.

—Por favor, conoces el camino, no es la primera vez.

Taeyong se quita la gorra antes de salir del balcón de su departamento y subir al elevador.

HAPPEN [DOTAE/TAEDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora