Capítulo 1: Las bromas no siempre salen mal.

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Sentía todo su cuerpo de puntas, el cómo su piel hormigueaba cada que las manos lo acariciaban provocando en su rostro algunas expresiones lascivas. El chico sentía tal excitación que ya no podía evitar delatarse por los sonidos de su boca, sus mejillas las sentía arder y por si fuera poco su omega empezaba a perderse en el limbo por las feromonas del alfa quien sostenía de él cierta firmeza autoritaria que solo ellos sabían que el alfa era libre de tener apenas cerraban las puertas.

- Yo... yo... mmm, si ahí Lou - murmuraba el omega incoherencias mientras una de sus manos se aferraba a la sabana y la otra a la muñeca del alfa.

- Esto ha sido una linda sorpresa, Hazz - argumento su novio al rozar sus labios con su sien, marcando más los movimientos en sus caderas al envestir al omega.

- Harry...

- ¿Sí?

- Harryy...!

[. . .]

- ¡Harold! - los movimientos bruscos asustaron de momento al rizado que segundos antes dormía dándose cuenta que su novio no estaba ahí y todo era un sueño. En lugar de eso sus ojos estaban sobre su amigo y compañero de habitación a un costado de su cama quien se partía en medio de una carcajada al punto de sonrosar sus mejillas pálidas.

- ¡¿Por qué demonios haces eso?! - pregunto el de ojos verdes con frustración dejándose caer a lo largo de su cama.

­- Aaah... - trato de respirar quitando una lagrima de sus ojos causada por las carcajadas - Quería ver si estabas bien porque te escuché quejarte, pero al acércame me di cuenta que estaba más que bien.

Harry no solo tenía su ceño más que fruncido, ahora también tenía las mejillas rojas de la vergüenza, su amigo lo había escuchado hablar dormido y sabe Dios que abra escuchado mientras dormía. Por reflejo el chico aun en su cama tomó una almohada y se la aventó con fuerza impactando en el rostro del chico quien aún reía.

En este preciso momento Harry extrañaba la privacidad de su habitación en casa.

El omega rizado se cubre por completo entre sus sabanas para no ver más la cara de Niall. El rizado jamás había pasado por algo así en su vida, bueno si, pero no al punto de que alguien literalmente lo escuchase.

Aahg... ¿Por qué tenía que despertarlo?

¿Por qué Niall?

"El sueño se sentía tan real". Pensó para si miso.

Habían pasado minutos hasta que Harry bajo las sabanas los suficiente para poder observar la habitación que compartía con su amigo en el campus de la universidad. No había momento para enfocarse en Niall en estos momentos.

Sentía que tenía algo por hacer.

¿Pero que era?

¿Era importante?

Sus ojos por completo escanearon la habitación, algunas cosas de Niall estaban regadas por el suelo y mientras el rubio estaba sentado en su escritorio pudo notar el suyo, el cual está en conjunto al de Niall, estaba hecho un desastre. Tenía que organizarlo pronto, por último, se quedó mirando la sudadera negra que reposaba en su silla, esa no era exactamente suya.

Era de su novio Louis. No pudo evitar que se le formase una pequeña sonrisa en sus labios, su novio se la había dado ayer porque al muy menso se le olvido salir sin abrigarse por el apuro de verlo.

Louis...

¡Oh Dios!

- ¡Carajo! - exclamo el chico cubriendo su rostro por segundos antes de levantarse de golpe para vestirse cuanto antes - El regalo. Niall, Mierda...

Una sorpresa para los dos (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora