My unrequited love; Jenlisa

Nueve; te amo.

Miyeon había cumplido con su palabra de cuidar a Shuhua en todo momento, entonces se dirigían a casa en completo silencio. La coreana tratando de crear una conversación que Shuhua no continuaba con muchos ánimos.

La sonrisa bonita de Miyeon unnie, la tierna voz de Miyeon unnie, la amabilidad de Miyeon unnie, Miyeon unnie. Todo de ella. Toda ella. Es lo que Shuhua odiaba, odiaba que hablara con ternura a todo el mundo y odiaba que Miyeon no se diera cuenta lo que causaba en ella. Odiaba que la chica le alborotara el cabello como a una niña pequeña y la llamara Shu.

Shuhua patea una piedra en el camino y Miyeon calla lo que está por decir. Una sonrisa crece en la cara de la mayor y lo intenta nuevamente.

—Mañana es sábado podemos ver películas en mi casa.

—Tengo tareas que hacer, lo siento.

—Oh... yo puedo ayudarte con las tareas ¿Que dices?

—No creo que funcione.

—¿Por qué no?— Miyeon tararea la pregunta poniendo sus manos en su espalda.— Recuerdo que no eres muy buena en matemáticas, te puedo ayudar.

—Eso fue cuando era una niña, ya crecí y aprendí lo que debía unnie.

—Ouh...— Miyeon detiene sus pasos.— Shu, quiero preguntar algo...

—Mmm

—¿Me odias?

—¿Qué?

Shuhua detiene sus pasos y mira momentáneamente a Miyeon buscando algo en su cara. Pronto la furia inexplicable crece dentro de la taiwanesa y suelta un fuerte suspiro.

Sus manos en su boca tapando la gran maldicion que iba a decir y Miyeon mirándola asombrada por todo eso, Shuhua ahora agarra su cabello y vuelve a mirar a la mayor con mucho mas enojo que antes.

—¡Unnie! ¡Tú... tú realmente no entiendes nada!

—Shu... ¿Cómo puedo entender si no me explicas?

La enorme paciencia que suele tener Miyeon estaba llegando a su límite por primera vez en su vida. Realmente quería entender a Shuhua y ser la amiga que siempre fue de niña pero la extranjera la alejaba cada vez que intentaba acercarse entonces Miyeon ya no sabía qué hacer y que Shuhua se moleste por algo que ella no entendía simplemente la estaba poniendo en el borde.

—¡Siempre trato Shuhua!— Grita Miyeon sorprendiendo a ambas.— ¡Estoy tratando de entenderte pero tú no permites ni acercarme a ti! Dime ¿Qué mas debo hacer? Quiero que volvamos a ser amigas como siempre lo fuimos, quiero que no me evites ni que me llames tonta o aburrida o que se yo, quiero-

—Unnie tonta...— Grandes lágrimas rodando por sus mejillas dificultaban su habla. Miyeon la había hecho llorar como nunca antes.— Tonta, tonta, to-tonta eres una gra-gran tonta Miyeonnie no quiero ser tu amiga.

—Shuh-

—¡Tú me gustas!— El grito va acompañado con un pisotón, pronto un llanto mas fuerte se escucha y Miyeon rápidamente abraza a la niña mas pequeña tratando de consolarla.— Te a-amo y-y no como una amiga.— El hipo hace que las palabras se traben en sus labios y vuelva a llorar mas fuerte esta vez enterrando su rostro en el cuello de la mayor.

¿Shuhua estaba enamorada de ella? ¿Su pequeña amiga Shuhua? ¿Desde cuando y por qué no se dió cuenta nunca?

Las manos de la coreana cepillan suavemente el cabello de la chica. Miyeon siente un malestar en el estomago cuando finalmente procesa la información, se siente fatal por no haberse dado cuenta antes y haber hecho sufrir a la taiwanesa de esa manera. Shuhua la amaba, está enamorada de ella.