Perfecto

Destino

Destino

Fic alegre, sin drama (bueno, sólo un poco), con mucho sexo (sorry not sorry), y mucho Baji y Chifuyu muriéndose de ganas y de amor por el otro.

Dividí la historia para subirla en 3 partes porque, si no, era muy larga para ser un one shot, aunque ya está toda escrita. Si veo que tiene éxito, subo la parte 2 antes de que termine la semana.

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No existe tal cosa como un accidente; es el destino, llamado por otro nombre. (Napoleón Bonaparte)

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La música no aturdía, pero estaba más fuerte que lo habitual. Tal vez porque los sábados iba más gente y el alboroto se destacaba, y ese sábado en particular había mucha gente.

La primavera revolucionaba a todos, por lo visto.

A Chifuyu lo invadió el olor a tabaco y pizza ni bien puso un pie adentro del bar, y aunque la combinación no era exactamente halagadora, lo hizo sonreír. Kawata, el bar de los gemelos con ese mismo nombre, tenía esa extraña mezcla que, de alguna manera, funcionaba y hasta se sentía acogedora. Era un lugar al que Chifuyu disfrutaba ir para pasar un buen rato con sus amigos o simplemente a relajarse.

Takemichi y Manjiro entraron atrás de él, sin soltarse de las manos.

—¿No reservaron? No hay ni una sola mesa libre. —se quejó Chifuyu poniéndose un mechón rubio detrás de la oreja.

—Takemichi negó, y Manjiro buscó con la vista a una de las mozas. Cuando esta lo vio, se le acercó.

—Buenas noches, chicos. ¿Tenían mesa?

—No, ¿pero tal vez puedas conseguirnos una? —sonrió Manjiro.

La chica suspiró. Ya los conocía a los tres, iban seguido.

—Los clientes me van a matar un día y va a ser culpa de ustedes. —murmuró la chica en voz baja. Siempre les hacía favores, ya que Manjiro era buen amigo de los dueños del lugar. Casi siempre reservaban, pero cuando no lo hacían, buscarles una mesa libre era un dolor de cabeza, más cuando los mozos debían pretender que sí tenían reserva para no quedar mal con la gente que llegaba antes que ellos.

—Gracias, eres un sol. —dijo Manjiro con una de sus encantadoras sonrisas.

La chica rodó los ojos y desapareció por un momento, para volver al rato avisándoles que una mesa individual acababa de pagar y en breve quedaría libre.

Si bien una mesa individual significaba estar algo apretados, era mejor que estar parados esperando a una doble, así que Manjiro aceptó. Además, iban a comer pizza, no era como si necesitasen tanto espacio para manipular cubiertos.

Después de que la moza limpiara la mesa, los ubicó y les entregó una carta, aunque la rechazaron ya que ya sabía qué iban a ordenar.

—Te vamos a pedir dos pizzas. —dijo Manjiro alzando el dedo índice y el medio. —Una a la romana, y una Diávola. Yyy... eso es todo por ahora. Gracias, linda.

La chica asintió y se dirigió hacia otra mesa.

Takemichi suspiró y apoyó el mentón sobre sus manos.

—¿Estás aburrido, Mitchi? —le preguntó Manjiro acariciando sus dedos. Chifuyu sonrió ante el apodo, viendo cómo las bandas doradas de ambos chocaron ante el tacto. Cómo deseaba tener lo que tenían esos dos...