-Marina yo tengo que preguntarte algo- me dice algo nervioso y tembloroso.
¡Oh Dios!
Va a preguntarme a ver si quiero ser su novia, estoy tan nerviosa, claro que quiero ser su novia.
Me mordia el labio solo de imaginarlo, nunca nadie me había hecho sentir una corriente tan excitante desde que conocí a...
¡Oh mi DIOS!
-Marina solo quiero preguntarte algo importante para mi- estaba tembloroso y podia sentirlo en su mano que aun estaba tomada a la mía.
-Dime Elliot- ya sabía lo que era, o eso creia pero estaba 100% segura de que era lo que imaginaba, obviamente me hice la inocente para que no se diera cuenta
-¿Me recuerdas?- se acercó mas a mi y se puso de frente haciendo una expresión que se me hacía familiar
-No lo se- estaba muy confundida y equivocada
-Soy yo Marina, soy Christopher- dijo nervioso
¡¿Christopher?!
-¿Christopher?- no lo recordaba muy bien, recuerdo un Christopher de mi infancia pero no estoy segura de que sea el porque el que conozco se mudó a Los Angeles cuando yo tenía 6 años
Te mudaste a Los Angeles.
Me decía mi subconciente con un tono obvio.
-¿Me recuerdas?, cuando eramos niños siempre jugabamos en mi casa del árbol y comiamos galletas con leche, vivías frente a mi casa y siempre nos veiamos, ¿no me recuerdas?- dibujaba con cada recuerdo una sonrisa en su rostro
-Creo recordarte- no estaba muy segura
-Tu cumpleaños es el 29 de Mayo, siempre iba a tu casa y te llevaba algo de tu juguete favorito "El monstruo come galletas", ¿recuerdas que lo amabas cuando eras una niña?- una sonrisa iluminaba su maravilloso rostro cada vez que recordaba el pasado- aun recuerdo cuando te hice esa promesa
Olvidaste la promesa, ¿cierto?
-¿La promesa?
¿En serio le vas a preguntar?
-Cuando te prometí ser tu amigo por siempre aunque sentía algo mas, el día que me fui te dije que habría un día en el que te dije que volvería a verte, y cuando te vi pasar por las puertas de esa aula me di cuenta que la promesa se cumplio antes que yo lo hiciera
¡Ya lo recuerdo!
-Te veías tan hermosa cuando te vi después de tanto tiempo te reconocí por tus ojos, son los mismos ojos de siempre y de los que me enamore siendo un niño- tomo mi mano y la besó- nunca deje de pensar en ti y nunca perdí la esperanza de que te volveria a ver
-Christopher- dije con ternura
-Nunca te olvidé Marina Miller- era tan hermoso- pero tu me olvidaste a mi- bajo su cabeza y luego la levantó mirandome tristemente a los ojos
-Hay tantas cosas que debes saber de mi- pose mi mano en su mejilla y con el pulgar acaricie de esta
-Se lo del accidente y lo de tu perdida de memoria, he estado hablando con tu hermano- sus ojos eran tan penetrantes, Dios mío.
-¿Que mas sabes del accidente?- no entendía lo que pasaba
-Se que tus padres adoptaron a una chica lo mas parecida a ti y le cambiaron el nombre, lo se todo Marina
-Ellos no han adoptado a nadie- estaba muy confundida
-Su nombre es Samantha pero se lo cambiaron a Marina porque ella es tan igual a ti- poso su mano sobre la mía- pero ella no eres tu, tu te fuiste Marina, yo te perdí- vi como una lágrima rodaba por su mejilla
-¡Yo soy Marina, la única Marina!
-Te perdí, ese accidente se llevó lo mejor de mi, tu eras lo mejor de mi- ahora me miraba a los ojos que ya no eran de su color original, ahora eran rojos, estaba llorando.
Dios, estaba llorando.
-No llores- le dije
-¡¿Cómo no hacerlo?!- gritaba quitando sus manos de la cara muy agitadamente- ¡Te perdí Marina, Madita sea!, ¿No sabes cuanto me dolió el haberte perdido?- estaba muy angustiado
-No me has perdido, estoy aquí, estoy viva, el accidente no me hizo nada- me estaba haciendo llorar, pero lo peculiar es que no salian lagrimas de mis ojos
-Tu moriste ese día Marina.
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Mi primera vez.
RomanceEsta es una novela que había escrito antes y me gusta mucho, espero que les guste tanto como a mí