—Algo le pasa a Takemichi— murmuró Akkun, preocupado. Takemichi parecía muerto en vida. Yamagishi también estaba de acuerdo.—Quizás Hinata sepa algo...— todos miraron a la joven, quién de forma nerviosa sonrió.
Si, no debía de tener miedo, eran amigos de Takemichi.
Y para la sorpresa de sus amigos, ni si quiera Hinata sabía que sucedía con Takemichi y a pesar de los reiterados intentos de estos para sacarle información, Takemichi no dijo ni una palabra.
Por otro lado... ¡Takemichi estaba asustado! Ni si quiera pudo dormir después de eso. Y lo que era peor, el sonrojó en sus mejillas no se iba, su mamá incluso pensó en que estaba enfermo. Y sinceramente, sí lo estaba. Las palabras de Mikey se repetían una y otra vez en su cabeza, y si no fuera porque no Iban en la misma escuela, ya hace bastante que se hubiera ido al cielo.
La situación era incluso más caótica que cuando se moría de hambre. Para empezar, Mikey lo llamó su perra. SU perra, mientras más pensaba en eso más su rostro se ponía rojo, lo que llevo a sus amigos preocuparse el doble. Quizás si necesitaba ir al doctor después de todo.
—¿Quién de ustedes es la perra de Mikey?— escuchó a una voz totalmente masculina y grave hablar, entrando a su salón.
Takemichi no tardó en llorar. Había un gigante en la puerta, pelo rubio recogido en una coleta y tenía un dragón en la parte derecha de su cabeza. Todos abrieron los ojos como platos, mientras más de alguno se sonrojó, ¿A qué se refería con perra de Mikey?
Takemichi fingió demencia. No, ese gigante no lo estaba buscando a él y por nada del mundo él era la perra de Mikey. Sinceramente, en un momento incluso se había mostrado optimista, ya que no había escuchado de Mikey en todo el día, pero nuevamente, se había equivocado.
El gigante pareció recorrer todo el salón buscando a la aparente perra de Mikey, mientras que todos se sentían nerviosos. Para empezar, la palabra perra resonaba en más de una cabeza.
—Si no apareces por ti mismo, no seré yo el que te venga a buscar, será Mikey.— amenazó, y Takemichi sudo frío.
Nadie era peor que Mikey y de eso estaba seguro. Con la dignidad y la vergüenza en el piso, se levantó, bajo la mirada impactada de todos. Y rápidamente se acercó, queriendo salir de ahí más rápido que nunca.
El gigante pareció recorrerlo de arriba hacia abajo, casi evaluandolo.
—¿Así que tú eres la perra de Mikey?— preguntó, cruzado de brazos. Takemichi quería solo morirse, ¿Era necesario mencionar nuevamente la palabra perra? ¿Y qué se supone que le dirá?
¿Si, yo soy la perra de Mikey? Ahora sí quería ser arrojado a las vías del tren. Solo podía maldecir al destino, fue un perdedor en su anterior vida y ahora a una supuesta perra, Dios sí que era un hijo de puta malvado.
—Eso creo— Takemichi sentía sus mejillas arder, y el miedo no era mejor. Un movimiento en falso y él se iba con Tony Stark, le doblaba el tamaño.
El gigante solo se quedó callado, mirándolo, para luego suspirar, casi resignado. Por alguna razón, Takemichi se sintió ofendido.
—Mikey te esta buscando.— dijo, caminando por el pasillo. Takemichi no necesito más para salir de ese salón, la vergüenza era tanta que probablemente tardaría semanas en recuperarse.
—¿A mí?— preguntó, nervioso. ¿Para qué quería buscarlo? ¿Quizás para pelear? O...
Takemichi se estaba volviendo loco, ¿A qué se refería Mikey cuando dijo que era su perra?
ESTÁS LEYENDO
Plan de 3 pasos [Mikey × Takemichi]
FanfictionPara Takemichi, quién no tenía para caerse muerto, repentinamente caer del metro fue un verdadero asco. En ese momento, lo único que se le vino a la mente es que Dios era verdaderamente un hijo de puta. Pero para su grata o no, sorpresa, abrió los o...