Como cada año el Motín les trae una actividad de San Valentín, está vez por supuesto será de una temática muy especial y la cual esperamos que los emocione a todos, el Omegaverse.
Alfa/Omega: En las sociedades omegaverse, las personas dividen sus genéticas en Alfas y Omegas. Los Alfas son, por norma, poderosos y dominantes, dignos proveedores del hogar y protectores de sus familias y posesiones. Los Omegas, por igual naturaleza, son más pasivos y suaves, hogareños y calmados; amantes de su familia y protectores de quiénes aman.
Tanto Alfas como Omegas pasan por un proceso de 'celo' a través del cual son extremadamente fértiles y entregados a sus instintos más primitivos.
Por naturaleza, los Alfas y Omegas son parejas complementarias perfectas.
Feromonas: Tanto los Alfas como los Omegas poseen tipos de feromonas que emanan de diferentes glándulas olfativas en su cuerpo, siendo las principales en el cuello y las muñecas. Sus feromonas son diferentes en cada uno y particulares en cada situación, teniendo aromas desde dulces hasta ácidos, siendo el cambio brusco de olor de sus feromonas algo evidente que demuestra sus cambios importantes de emociones, como por ejemplo, enojo, pasión, tristeza, dolor, etc. Es en las glándulas olfativas del cuello, que emanan sus principales y más fuertes feromonas, donde los Alfas marcan a los Omegas cuando se emparejan.
Manada: Las manadas de los Alfas y los Omegas son lo más cercano a sus familias. No tienen que ser lazos sanguíneos, sino cercanos en los que dichos Alfas y Omegas confíen tanto con respecto a sus acciones y decisiones que decidan considerarlos parte de sus manadas, siendo así su grupo más cercano de apoyo en cualquier circunstancia, ya sea celos, anidación, compañía, caídas dentro de espacios mentales peligrosos u otras cosas con respecto a sus necesidades afectivas, emocionales y mentales.
Mordida: Para crear la unión del lazo entre Alfas y Omegas, la manera más poderosa y útil de concretarla es con una mordida. El Alfa deja una marca de mordida sobre la principal glándula olfativa del Omega cuando se aparean, uniéndose como pareja ante el mundo de manera mucho más válida que un compromiso o un matrimonio. Los Omegas también pueden dejar su marca de mordida sobre sus Alfas.
Marca forzosa: Mucho menos común que una marca consensuada entre una pareja establecida, las Marcas forzosas unen a un Omega a un Alfa que lo marque, pero lo atan de manera cruel en contra de su voluntad. El Omega se ve desprovisto de sus libertades e instintos autónomos porque, al no estar de acuerdo con el enlace, y al haber sido marcado igualmente, su parte del emparejamiento no fue completada.
Destinado: En muchas situaciones, los Alfas y los Omegas tienen una pareja destinada. Dicha pareja será total y completamente compatible en todos los aspectos naturales y genéticos, pero pueden o no ser compatibles en aspectos más personales, como características personales, temperamentos, metas de vida, humor, o edades. No se trata de un destino de almas gemelas, sino un destino más instintivo, natural.
Anidación: Durante el proceso previo a la etapa de celo, los Omegas comienzan con una rutina de anidación, en la cual crean un nido en el que se rodean de los aromas tanto de su pareja, como de su manada. Es normal que roben instintivamente ropa con olores de su pareja, enamorado, o amigos cercanos durante la semana previa al celo, siendo esto una de las señales que marcan sus rutinas.
Los nidos de los Omegas son algo muy privado, e interrumpir en ellos o romperlos sin su autorización puede ser considerado motivo suficiente para tener el desprecio total del Omega.
Nudo: Al estar genéticamente desarrollados para marcar una segura concepción a sus Omegas, los Alfas poseen un nudo en la base de su miembro con el que se asegura que al correrse, todo su semen quede dentro del Omega, de este modo queriendo asegurar el embarazo.
Forced bitched: Un concepto bajo el cual un Alfa puede doblegar a otro Alfa, obligándolo y sometiéndolo para arrancar sus propios instintos y naturaleza Alfa a través de ello. Para que la transición ocurra adecuadamente, el Alfa que está siendo sometido debe renunciar y aceptar la mordida que lo marque como propiedad de otro Alfa. Posteriormente a eso, su cuerpo comienza a aceptar y adecuarse a su nueva genética y estatus de Omega necesitando complacer excesivamente a su nuevo Alfa, aunque grandes cambios propios del cuerpo de los Omegas (como la fertilidad propia de los Omega, o el tipo y estilo de feromonas que emanen) no exista por obvias razones.
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