Juego

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Y el juego comienza ahora.

Si tenían deudas, posiblemente morirían con ellas si no hacían nada, pero morirían por ellas?

No sabía si ese era el precio que estaba dispuesto a pagar, su vida, algo tan importante como eso, era capaz de dejar todo por dinero, dejar amigos y familiares por dinero, sus piernas fueron más rápidas que su cabeza y cuando menos se dio cuenta el juego ya había comenzado.

Solo jugaría, pelear por lo que quería, el dinero.

...

La sala común era inmensa llena de camas y gente que sonreía contagiando aquel bonito sentimiento, recorrió el lugar observando y hablando con algunos, más no espero verlo o tal vez ni siquiera lo conocía, sus ojos bicolor lo llamaron eran tan raros pero tan bonitos, se acercó sin afán de nada más que verle los ojos más de cerca, comprobar que aquel color era real, morado y rojo, los colores más raros que podía haber visto en ojos.

-¿Se te perdió uno igual? - su voz me sacó de mi cabeza dándome cuenta de lo cerca que me encontraba de él.

- No no... es solo que ...

- Si lo se.. son raros- sentí aquella culpa de haber causado aquel sentimiento a el chico, no quería hacerlo sentir incómodo.

-No... bueno si... es muy raro el estar aquí - queriendo cambiar rápidamente el hilo de la conversación y quitar aquella incomodidad que se había formado a su alrededor en tan poco tiempo.

- Si... jamás creí que cosas así si hiciesen - con una sonrisa observo el lugar donde aun la gente hablaba en grupos.

- Si... es todo tan irreal.

Y así tan raro, en el lugar menos esperado consiguió algo de calma.

El primer juego, avanzar, solo tenía que avanzar pero mientras lo hacía no podía dejar de pensar en él, no podía moverse para verle, tampoco parar para buscarle, así que siguió viendo como cada cuerpo caía contra el suelo, como el sonido tan espeluznante del cuerpo colapsando en el suelo le aturdía, quería que terminara, no quería esto, pero no podía parar, tenía que llegar al otro lado.

Jamás creyó que el pasar una lineal te llenara de tanta alegría, solo era aun línea, pero al llegar mucha gente se amontaba buscando aquellos con los que había hablado las últimos horas, con quienes se habían creado aquel vínculo tan raro, talvez en algunos una amistad, así que una vez estuvo a salvo lo busco, lo buscaba con tanto anhelo de verle, de que no fuese algunos de los cuerpos que se encontraban desparramados en aquel suelo arenoso, rogaba que su sangre no fuese parte de la que adornada a la mayoría de los participantes, rogaba que aquellos ojos tan raros siguieran con vida, que aquel chico con el que se había quedado hablando durante horas el día anterior siguiese con vida, rogaba por que su amigo siguiese con vida.

- Axo ... ¡Axo! - el alivio llegó a su ser cuando aquel pelo blanco platinado avanzaba velozmente hacia su dirección.

- Estas bien - lo abrazo, como si este fuese aquella pequeña forma de aferrarse a algo más que las deudas que le seguían.

- Sisi... y tu - se separaron del abrazo revisándose mutuamente en busca de alguna lesión, más ninguna de ellas era visible a la vista humana y muchas ya llevaban años en el lugar.

- Estoy bien igual - sonrió aun con toda esa sangre que había quedado en sus rostros tras aquella horrible masacre que había sucedido, el primer juego de aquel horrible lugar había terminado.

Jugador 121Donde viven las historias. Descúbrelo ahora