El viaje de Henry

¿Quién es Henry?

¿Por qué todos van corriendo de un lado para otro? ¿Es qué acaso  llegan tarde a trabajar?

Uy, parece que me he equivocado. Ahí hay una pareja de abuelitos andando tranquilamente cogidos de la mano,  sin preocupaciones. Bueno, iban, mejor dicho, porque justo ahora les acaba de atropellar un coche. Parece que en este mundo si haces cosas diferentes a los demás, como no ir estresado en este caso, el mundo se vuelve en contra tuya y hace que te como a esta pareja de adorables abuelitos.

Me quedo más tiempo sentado en medio de la calzada, sin miedo a que me atropellen, o que me pisen, ya que soy una especie de ser inmortal o algo por el estilo. Bueno, estoy exagerando un poco... no soy inmortal si no que, como dirían los expertos, estoy en un viaje astral, mi mente va por un lado y mi cuerpo otro. Esto en una historia de ciencia ficción, fantasía o incluso terror, sería un acontecimiento paranormal, sin lógica, pero el caso es que yo odio ese tipo de historias. Es por eso que voy a saltarme esa parte y voy a ir directamente al grano. Me llamo Henry Fox, tengo catorce años y estoy en coma, de ahí viene mi viaje astral.

Pongo la mano en el fuego a qué estáis esperando que os cuente mi historia, la historia de un pobre chaval de 14 años que se quedó en coma. No obstante, no voy a ir por ese camino, al menos no por ahora,
porque es tan largo y aburrido que seguro que os quedáis dormidos sin ni siquiera recorrer el primer kilómetro. Así que mejor cojo el camino de al lado, el camino de explicaros todo lo que puedo hacer, ver, oír, sentir y tocar mientras estoy en coma, porque os aseguro, queridos lectores, oyentes, alienígenas o lo que seáis que en este no os vais a aburrir en absoluto. Cuando lleguemos al final del camino os habrá parecido que lo hemos recorrido tan rápido como los guepardos, aunque haya sido como las tortugas. Y si a la vuelta nos apetece, o mejor dicho, si me viene en gana, recorreremos el otro camino.