Siempre estaba ahí reflejado en todos los espejos, no solo
en mi casa, sea donde sea, a cualquier hora, algunas veces parecía una neblina de color y otras el reflejo de alguien q estaba tras mía de pie. Un niño de unos 7 años, de tez pálida y mejillas sonrosadas y unas notables ojeras. Siempre vistiendo una camisa de un rojo muy desgastado y unos pantalones a media pierna. Su pelo tenía un corte el cual lo asemejaba mucho a un champiñón y era oscuro al igual que sus grandes ojos. En la piel que tenía visible no presentaba signos de violencia.Esta noche lo volví a ver en el
baño. Pero esta vez me siguió a la cama andando descalzo por el frió suelo. Una vez en mi habitación me acosté y él se sentó a mi lado, acariciándome con sus manitas.A la mañana
siguiente me desperté fenomenal, como si nadie o nada hubiera pasado la noche a mi lado, un ser incorpóreo cuyo reflejo me mira amenazante y luego se duerme a mi lado. Fui a la cocina a prepararme un café con pan como solía hacer todas la mañanas. Mientras esperaba a q la tostadora se calentara baje al sótano y tal y como sospechaba el Nilo seguía atado. Al notar mi presencia me lanzó una mirada penetrante con sus oscuros ojos.

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Los espejos
ContoOne shot de un microrrelato que hice para el instituto del cual me inspiré en una historia que empecé a escribir y al final no llego a ningún lado. Quizás la retome algún día, si la encuentro