Capitulo 18

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Me despierto a las diez de la mañana, me visto bastante sencillita y le digo a mi primo Eric que me lleve a casa de sus padres. Conforme nos vamos acercando me empiezo a poner muy nerviosa.

-Eric: Tranquilízate, parece que te vaya a dar algo

-Paula: Es que me va a dar

-Eric: Si en algún momento te apetece irte, me lo dices y nos vamos

-Paula: Vale

Llegamos a la casa y llamamos al timbre ya que Eric no tenía las llaves. Nos abrió mi tía Dolo.

-Dolo: Hola corazones

-Paula: Hola tía, ¿Qué tal todo?

-Dolo: Bien ¿Y tu?

-Paula: Ahí vamos

-Dolo: Pasar, esta en el salón, vamos nosotros a la cocina. Mucho animo cariño

-Eric: Suerte petita, y cualquier cosa me dices

Ya era el momento de enfrentarme yo solo, el camino hasta el salón se me hizo eterno. La puerta estaba cerrada, así que estuve un rato deliberando si entrar o no. Pero al final me arme de valor y entre

-Isabel: Hola hija

-Paula: Hola, ¿Qué tal? - Era todo muy incomodo

-Isabel: Bueno, se que tu no estas muy bien y se que parte es mi culpa. Y necesito explicarte todo y después si no quieres hablarme te entenderé

-Paula: Adelante - le dije seca, más de lo que me hubiera gustado

-Isabel: Cuando tenía veinticinco años me fui a Mallorca de vacaciones, ese viaje supuestamente lo iba a hacer con mi novio de esa época, pero me dejo dos días antes. Era muy tarde para cancelar todo, así que me fui yo sola para despejarme. Salí todos los días, pero el penúltimo día me encontré con Gilberto. El estaba muy mal por lo de María y yo por lo de mi novio, nos estuvimos contando las penas mientras bebíamos un vaso tras otro y nos besamos, una cosa llevo a la otra y pues eso. Yo al día siguiente me volví a Barcelona, a la semana me empecé a encontrar muy mal, fui al hospital y me dijeron que estaba embarazada, yo no sabía si era de Gilberto o de mi ex. La cosa era que hasta que no nacieras no se podía saber. Yo no tenía su teléfono así que volví a Mallorca, fui a su casa y me abrió María, ella ya sabía todo así que me dijo que le podía esperar, estuvimos conociéndonos toda la tarde, era la mejor persona que puedes llegar a encontrar en este mundo. Esa tarde conocí a Marco y a Igor. Igor tenía doce años y se dio cuenta de que algo no iba bien, pero aún así el intento aparentar que todo iba bien para que Marco no se enterara. Igor sabía lo de su madre, pero Marco no. El tenía una cara de no haber roto nunca un plato, era un niño muy simpático y tenía esa sonrisa característica de los Asensio como la tuya. Cuando llego Gilberto y me vio se quedo muy blanco. Era ya muy tarde y los pequeños estaban en la cama. Le conté lo que pasaba, el me dijo que cuando nacieras haría una prueba de paternidad, me dijo que me iba a apoyar fuera o no fuera suyo, igual que María. Cuando naciste la primera en conocerte fue ella, y también fue ella elijo tu nombre. Te hicimos una prueba de paternidad y efectivamente eras hija de Gilberto. María venía un finde semana al mes. En agosto fuimos a Mallorca nosotras y conociste a Marco y a Igor, tu eras muy pequeña y ellos dos preadolescentes, Gilberto no te quiso conocer porque sino no podría volver a separase. Le mandaba siempre fotos y lo tenía informado de todo. Cuando María murió se le vino el mundo encima y a los pequeños igual, supe que lo mejor era darle un tiempo, tu tenías ya cinco años. Fuimos a su entierro pero no me acerque a él, nos vio pero no quise hacerle las cosas más difíciles. Pasaron los años, ya te había contado lo del accidente porque me lo preguntabas siempre. Cundo tenías doce años se volvió a poner en contacto, el me dijo que estaba preparado para presentarse que era lo correcto y lo que siempre había querido María, la verdad siempre por delante, pero ya era muy tarde yo le dije que no podía porque no podía aparecer dé repente. Dejamos de hablar y cuando te ibas a ir a Madrid, me di cuenta que había posibilidades de que te encontraras con alguno de los tres y le hable y se lo conté. El les conto a Marco y a Igor todo pero sin dar datos clave, para que no te buscaran y si te conocían que fuera de casualidad y así fue. Y el resto ya lo sabes

Desconocidos o conocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora