Seventeen

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A veces me sorprende la cantidad de agua que pueden botar mis ojos.

Acostado en mi cama con el diario al lado, no podía dejar de llorar hundiéndome en un sentimiento de culpa inexplicable.

La única solución a mi problema, era encerrarme en mi cuarto por lo que me restaba de vida. No merecía que ni un alma me hablase.

¿Cómo lo vería a la cara? Después de enterarme del daño que le había provocado con mis acciones.

La estupidez humana no tiene límites, "de los errores se aprende" para este momento mi error ya había echo daño y se había cicatrizado en su corazón.

¿Cómo podía seguir a mi lado? Después de todo yo fui el culpable de que se cambiase de salón, todo por no darme cuenta de las obvias señales que me había dado.

Ya no podía hacer nada, Narae y yo no estábamos juntos y lamentablemente yo había aprobado matemática, ya no tenía escusas para estar junto a el.

Resignado tomé el diario y salí de mi habitación. Tal vez mis lloriqueos habían sido demasiado silenciosos o simplemente mis padres dejaban a su hijo adolescente lidiar con sus emociones solo, ya que al verme bajar de mi habitación actuaron como si nada pasara.

Sentía que todos a mi alrededor actuaban, Minghao había echo todo lo posible por acercarse a mi y cuando por fin lo había logrado, lo decepcioné...

Le quité a sus amigos y le rompí el corazón.

A pesar de todo, lo único que quería hacer en ese momento era correr y abrazarlo, suplicar por su perdón y arrepentirme por el resto de mis días.

-Wen Junhui ¿Estás bien? -El jovencito se oía confundido por mi repentina muestra de afecto -Oh.. leíste mi diario.

-Lo lamento tanto Minghao, no tenía idea de como te sentías. Me alejé tanto de ti y no pensé en cómo te sentías.

Mis ojos enrojecieron y cuando creí que mi cuerpo ya no alojaba más agua las lágrimas bajaron por mis mejillas.

Sí el cuerpo es 70% agua yo ya había agotado un 69% en lágrimas.

-No sabía que podías ser tan dramático Jun, respira.

Este chico tenía una gran habilidad para calmar cualquier sentimiento mío, que como siempre no podía controlar.

-Viniste hasta mi casa ¿A pedirme disculpas?- Me miró con cierto brillo en los ojos y yo asentí.

- ¿Qué más podía hacer? soy un idiota, un gran idiota.

-Primero deja de abrazarme y pasa... -

Sinceramente el pequeñito era muy abrazable y tampoco es que quisiera soltarlo, sus pequeñas manos golpeaban mi espalda intentando calmarme pero lo único que hacía era que mi corazón bombeara más rápido de lo normal.

-Merezco la muerte Minghao. No sé como me dio la cara para venir hasta aquí.

-Ay por favor Wen Junhui, solo leíste el diario de un niño tonto que se enamoró de ti. No seas tan dramático, me agobias.

Este chico era demasiado buena como para ser real.

- ¿T-tu me perdonarías?

-Claro que sí Wen Junhui, tampoco cometiste un crimen. El pasado pisado amigo.

A M I G O

Cuando me puse de pie (dramáticamente) un mareo prominente hizo que mis pies de balancearan.

Minghao se acercó a mí pero ya era demasiado tarde y mi estampe contra el suelo era inminente pero, en un dos por tres el chico había tomado mi camiseta y con todas sus fuerzas había intentado salvarme evidentemente caímos.

El pequeño Minghao cayó sobre mi y pude sentir su respiración. Como en los dramas televisivos cuando por una inexplicable razón la chica cae sobre el chico y se dan un beso accidental, solo que en este caso no había ningún toque de labios.

Y aunque mi cerebro decía que me levantara rápidamente un órgano más fuerte que este dirigía mi vista a sus rozados labios. Mi maldito corazón me repetía una sola palabra una y otra y otra vez.

Bésalo.

Y aunque nuestro cerebro es tan fuerte como para ser capaz de procesar imágenes completas en tan solo 13 milésimas de segundo nuestro querido bombeador de sangre es capaz de hacernos besar al chico que está a poco centímetros de nosotros.

Deslicé mi mano por su cuello y lo acerqué a mi, junté mis labios con suyos y se sentía demasiado bien, quería acercarlo más a mi, quería abrazarlo, pero mi cerebro se volvió a activar y una voz dijo en mi cabeza:

"¿¡Wen Junhui te volviste loco!?"

Me separé bruscamente y como pude me puse de pie y salí disparado aún cuando oí su voz gritando mi nombre.

Ahora sí quería encerrarme en mi habitación y no salir nunca.

Tal vez podía proponerle a mis padres volver a China y no volver nunca jamás. O intentar la educación en casa para nunca tener que dar la cara frente a Minghao.

Pero, ¿Cómo podía resistirme? A sus labios que formaban un tierno puchero, a sus ojos que brillaban bajo una luz tenue, a su lindo lunar en forma de media luna debajo de su hoyuelo.

Xu Minghao creo que ahora no seré capaz de tenerte en frente sin querer volver a sentir tus labios.

❝Unreal Friends❞ ┊Junhao┊「COMPLETA」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora