- ¡Aunque en el instituto saques muy buenas notas, eres una autentica imbécil! - El grito atravesó la puerta cerrada de mi cuarto y llegó hasta mis oidos. Al igual que todos los dias, mi padre me acababa de echar en cara uno de mis defectos. Otras veces me decia que no tengo amigos por pasarme tanto tiempo leyendo, que los libros no sirven para nada. Pero miente, si tengo amigos, Nacho.
Otro grito me despertó de mi ensimismamiento.
- Lo único que sabes hacer es pasarte todo el día encerrada en tu habitación.
Cuando me doy cuenta, una lagrima resbala por mi mejilla. Y entonces me levanto, cojo un billete de cinco euros, las llaves, mi iPhone, y salgo de mi casa, necesito que me de el aire. Y empiezo a andar, sin ningun destino. Cuando llevo quince minutos andando me doy cuenta de que estoy en el centro, y pienso algo que pueda hacer por esa zona. Recuerdo que hoy es jornada de puertas abiertas en los museos, y, aunque no me llamen la atención, me dirijo a uno. Llego a la puerta y veo en un gran cartel:"NUEVA EXPOSICIÓN".
Puede ser interesante. En la puerta hay un hombre repartiendo los pases gratuitos. Le doy las buenas tardes, me devuelve el saludo y me da un ticket que, unos quince metros mas allá, tengo que entregar. Voy a coger el ascensor para ir a la ultima planta, y justo cuando se van a cerrar las puertas, entra un hombre. Tiene la cara seria, la verdad es que me asusta un poco. Llego a la ultima planta, pero las puertas no se abren, entonces el hombre empuja las empuja con fuerza y consigue abrirlas, le doy las gracias y salgo deprisa. Comienzo a ver los cuadros, pero, para ser sincera, al rato me aburro, y como no he tenido que pagar nada por la entrada, decido salir y tomar algo fuera. Elijo la opcion de las escaleras, ya que me da miedo que vuelva a pasar lo que me ha pasado antes en el ascensor. Cuando estoy llegando a la planta baja, me encuentro con una amiga, que ha llevado a su hermana pequeña a ver la exposición.
- ¡Hola Ari!- La abrazo.
Me separo de ella y saludo a la pequeña Carla con una sutil caricia en la mejilla. Ari me dice:
- Oye, hace tiempo que no nos vemos, a ver si quedamos algún día, ¡eh!
- ¡Vale! Luego te hablo por WhatsApp y decimos un día.
- Perfecto. ¡Hasta luego! - Dice, y me manda un beso.
Salgo del museo y decido ir a "Duffin Dagels" a tomar algo. Entro y el chico que está en la barra me dice amablemente:
- Buenas tardes ¿que te pongo, preciosa? - Me sonrojo.
- Pues... Voy a tomar un Milkshake de chocolate con Kit Kat y nata.
- Perfecto, pues sientate que en seguida te lo llevo.
Me siento en unas cómodas butacas que hay al final del establecimiento, y saco mi iPhone. Tengo un WhatsApp. Lo abro. Es Nacho.
"- Daniela, ¿tienes algo que hacer esta tarde?"
"- No, estoy en Duffin Dagels. Aqui te espero."
De pronto aparece el camarero con mi batido, lo pone encima de la mesa y me desea que lo disfrute. Cuando esta a punto de desaparecer detrás de la barra, me dice:
- Por cierto, hoy la musica la eliges tu, ¿que pongo?
- Pues... Podrias poner a Ed Sheeran.
- Sus deseos son ordenes para mi, señorita.
Y empieza a sonar Cold Coffee en el establecimiento. La tarareo. Pero la cancion termina, ahora suena Firefly. Es mi canción favorita del cantante pelirrojo. Empiezo a tararearla. "There's a firefly, lose tonight, better catch it..." Oigo que la puerta sse abre y aparece Nacho. Me ve con la cara triste, se acerca a mi, y me abraza. Un abrazo de esos que son únicos, que dicen "Eh, no te preocupes cielo, que estoy aqui". Y agradezco que Nacho haya venido. Lo necesitaba.
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Lo necesitaba.
RandomBueno, esto es simplemente un relato. Deciros que lo escribí hace más de un año, y que surgió a partir de un sueño. Os pido perdón por la presentación de la historia, pero acabo de instalar Wattpad en el movil y tengo que aprender a controlarlo, de...