freckles ✦ lee felix

Capítulo 3

La supuesta fiesta de bienvenida había durado todo el resto del día mientras los presentes hablaban como auténticas personas adultas, aunque claro que los tres hermanos homenajeados no dijeron más de cinco palabras en lo que restó del día. Simplemente no se sentían cómodos en ese lugar nuevo lleno de personas que no conocían.

De todos modos, Christopher se había encargado de presentarle todos sus amigos a sus hermanos. Estaban Changbin, Hyunjin, Seungmin y, por supuesto, Felix. El resto de los nombres no le parecieron muy relevantes ya que casi no abrían la boca o parecían no tener el más mínimo interés en ellos.

Su padre jamás había llegado del trabajo y Hannah parecía ser la más afectada al respecto.

Pero, de todos modos, los cuatro hermanos habían dormido muy bien como para arruinar el buen humor que había a la mañana siguiente.

—¿Qué suelen desayunar? —preguntó Christopher a su hermana, quien había aparecido en la cocina primero.

—Cualquier cosa que haya —respondió Samantha restregando sus ojos—. Generalmente Hannah sólo come frutas y Lucas leche con cereales de chocolate...

—¿Y tú?

—No desayuno...

Christopher la miró preocupado y se dio la vuelta para buscar una taza y vertir media ración de café humeante.

—Tomaré el desayuno contigo, ¿sí? Antes de que las bestias se despierten —sugirió él con una media sonrisa.

—Está bien —Sam dejó escapar una media sonrisa y se sentó junto a su hermano.

—¿Lo tomas con leche?

—No, solamente azúcar —respondió ella tomando la taza con cuidado de no quemarse. 

Su hermano iba de la cocina a la sala de estar y de regreso varias veces buscando cosas y luego comiendo lo que había sobre la mesa cada vez que volvía.

—¿Estás apurado?

—Tengo que ir a la universidad, hoy tengo que rendir unos exámenes finales —respondió Christopher con un brownie en la boca—. Pero no te preocupes por mí, termina tu desayuno tranquila.

La mirada de la chica fue a parar a un recipiente sobre la mesada de donde su hermano mayor había sacado un brownie y se lo quedó mirando por unos segundos, sin dudas tenía hambre y no había cenado la noche anterior.

—Los hice para ti, come —rió Christopher cruzado de brazos.

—¿Así que sabes hornear? —preguntó la chica confindida tomando un brownie y metiéndoselo a la boca con una mueca, como si pensara que estaba envenenado o algo por el estilo.

Pero el sabor la cautivó. Era extrañamente de lo más dulce y esponjoso que jamás había probado, no podía creer que su hermano había horneado ese manjar.

Luego de comerse como cinco brownies más, lavó lo que había dejado ella y su hermano y fue a despertar a las dos “bestias”.

—Sam, lo siento mucho pero ya tengo que irme —le avisó Christopher con un bolso colgado al hombro.

—Claro, no hay problema.

—¿¡Tú también nos vas a dejar solos?! —gritó Hannah al pie de las escaleras.

—¿Qué? No, hermanita, esper...

—¡Hermanita un cuerno! ¡No nos ves hace años y luego de una estúpida fiesta de bienvenida con tus amigos vas a dejarnos solos como si nada!

—Hannah, tengo que terminar mis estudios —intentó explicarle Christopher, pero la chica ya se estaba yendo de nuevo a su habitación.

—Screw you!