Jenlisa- Drunk

Capitulo 3

Lunes 21/1/2019

Me encontraba realmente enfadada, ¿con que derecho se atrevían a encerrarme en mi habitación de esa forma?

Jisoo y Rosé normalmente eran buenas amigas, mejor que todas las demás aquí, pero esta noche habían cruzado la línea, no estaba tan ebria como ellas creían, aún lograba mantenerme de pie sin ningún inconveniente.

Estaba cansada de que se comportaran como si su deber fuese ocupar el lugar de una madre, tenía 23 años, suficiente para cuidarme por mi cuenta, pero al parecer ellas no lo entendían.

La única que siempre lo hacía era Jennie, por lo que volví a tomar aquel objeto y luego de los cuatro tonos mi temperamento disminuyó considerablemente.

-Me has sorprendido con tu llamada, no sueles llamar antes de la madrugada.

-Quizás no quería esperar tantas horas para volver a escuchar tu voz.

-¿Cómo has estado?

-¿Sinceramete? como la mierda, el día de hoy fue un caos, chaesoo se comportaron como si fuesen mis madres nuevamente ¿puedes creerlo?

-Sabes que solo quieren lo mejor para ti, no deberías enfadarte con ellas.

-Tu no lo entiendes, todo estaba bien, solo tome tres tragos esta noche, tres, y aquí estoy, encerrada en mi habitación como una niña pequeña.- varios recuerdos volvieron a mi mente, quizas podría divertirme un momento conversando sobre eso con la castaña que se encontraba al otro lado de la línea.- ¿Recuerdas cuando nos encerrábamos en tu habitación y no salíamos de aquellas cuatro paredes por el resto del día?

-Claro que lo recuerdo, desde ese entonces mis padres comenzaron a sospechar sobre nosotras, aun recuerdo el rostro de mi madre el día que olvidamos bloquear la puerta- una fuerte carcajada salió desde ambos lados de la línea, jamás olvidaría ese momento.

-Aún agradezco que simplemente nos estuviéramos besando, pienso que no hubiera soportado ver a su hija desnuda con el cuerpo de su mejor amiga sobre ella.

-Pienso lo mismo, pero sabes como es ella, de igual forma jamás se interpondría en lo que pasara entre nosotras, ella te adoraba.

-¿Y que tal tu?

-No entiendo tu pregunta Lis.

-¿Aún sigues sintiendo algo por mí?- un pequeño silencio se formó entre ambas, mis manos temblaban, expectantes a su respuesta.

-Sabes que jamás dejaré de hacerlo.

Luego de esas palabras el jodido sonido nuevamente marcaba que la llamada había llegado a su fin, ¿es que acaso jamás podríamos tener una verdadera conversación?