Siete

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De Merus y Jaco

La supuesta ciudad resultó sólo un pueblo de aspecto viejo y polvoriento habitado por una especie humanoide con pieles muy blancas,calvos y de ojos púrpura. Sus expresiones eran duras y los miraban con cierto recelo. Todos iban vestidos con túnicas amplias que agitaba el viento que creaba una cortina de polvo en las calles. Por donde se mirase,ese lugar resultaba deprimente. Los atuendos de los Patrulleros Galácticos y en especial el de Bell, parecían un insulto a la triste y miserable atmósfera del lugar. La muchacha no pudo evitar comparar ese planeta con un escenario de las películas del viejo oeste,pero con un toque de oriente medio. Un sitio muy cinematográfico,pero que se le hizo inquietante. El sol pegaba con fuerza sobre sus cabezas y ella se sentía un poco mareada,
por eso se sujeto del brazo de Merus,quien la miró con un poco de curiosidad. Iba a preguntar si se sentía bien,pero la oyó cantar y se quedó escuchando la canción  que quedaba muy bien con ese escenario.

-I ain't happy, I'm feeling glad
I got sunshine in a bag
I'm useless but not for long
The future is coming on
It's coming on, it's coming on
It's coming on, it's coming on...

-Espero que lo que estés murmurando no sea un hechizo o una maldición-le dijo Jaco mirándola con suspicacia.

-Si pudiera usar magia la hubiera usado para escapar de ustedes -le dijo Bell e iba agregar algo más,pero entonces su estómago hizo un sonido que la avergonzó un poco.

-Parece que en serio tienes hambre-comentó el Patrullero Galáctico con cierta burla. Bell no le respondió.

-Allí parecen vender alimentos- señaló Merus, mirando hacia un callejón.

Una lona amarillenta colgaba entre las paredes de aquellos viejos edificios. Bajo la tela agujerada habían algunas mesas. Una de ellas estaba vacía,en las otras habían tipos de aspecto de rufián que no miraron bien a Bell y compañía. Una vez se sentaron, los demás clientes apartaron la mirada de ellos y una mujer se aproximó para ofrecerles la comida del día,que era lo único que había en el menú. Pronto Bell tuvo delante de ella algo que parecía arroz,pero de un suave color rosa, acompañado de algo que podría o no ser carne. Para beber les dieron un vaso con agua de color verde claro. Si es que eso era.

-Esto es... ¿Comestible?

-Este es uno de los planetas más pobre de este sistema solar-le dijo Jaco-Aqui la comida no es muy abundante en variedad ¿Me preguntó que sabor tiene esta cosa?-pensó tomando un trozo de carne.

Bell tenía hambre,pero no se animaba a probar esos alimentos. Además la forma en que la miraban,a ratos,los tipos de la mesa del costado no le daba buena espina. Ella no lo sabía, pero en ese planeta la compra y venta de gente era algo muy común.

-Si vienes de la Tierra no tendrás problemas en comer esta comida -le dijo Merus con un tono gentil- Aunque puede que te resulte algo insípida.

Bell tomó la cuchara y la hundió en el plato con cierta curiosidad. A Jaco parecía gustarle,pero ella tenía varias dudas al respecto. En ese sitio la temperatura era bastante alta también y aúnque ese traje le permitía soportar diferentes atmósferas,Bell tenía un pequeño problema de salud. Se había mantenido bien hasta ese momento,pero el estrés y el cansancio le pasaron la cuenta. Antes de poder probar un bocado y de forma repentina simplemente perdió el sentido, cayendo a un costado,sobre Jaco.

-DieBella-la llamó Merus,pero ella no respondió.

La mujer que los atendió les dijo que podían llevar a la muchacha a la parte de atrás para que descansará.

-No es raro que a los forasteros les afecte el clima-les dijo al darles una jarra con agua para que la refrescara.

-No creo que sea el clima lo que la afectó-le dijo Merus a Jaco, una vez la mujer se fue.

DeliberiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora