Dulces Gratis y un Despertar Gay

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Los dos chicos se despiertan, Saiki está cansado y Aren está enamorado

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Con el sol brillando intensamente en su rostro, Aren se despertó con un psíquico de cabello rosado apegado a él. El peso era sólido y cómodo, haciendo que Kuboyasu quisiera cerrar los ojos y dormir unas cuantas horas más, especialmente porque Saiki todavía estaba durmiendo. No quería hacer nada para molestar al chico, así que la única solución lógica era dejarse dormitar un rato más. Con la decisión tomada, Aren distraídamente pasó sus dedos por el cabello de Kusuo mientras se dejaba llevar por los estados de conciencia.

El punk se despertó por última vez unas dos horas después, notando un movimiento de su amigo. Saiki dejó escapar unos cuantos gruñidos soñolientos, estirándose ligeramente y moviendo su cabeza para caer en la curva del cuello de Aren, haciendo que el otro chico se estremeciera. Aren estaba asustado por la reacción de Kusuo, pero no pudo evitar notar lo lindo que era. Podía decir que Saiki todavía estaba cansado (de alguna manera), pero pensó que se levantaría en los próximos minutos, a juzgar por sus movimientos y respiraciones irregulares.

Se demostró que Kuboyasu tenía razón cuando Kusuo comenzó a empujarse para sentarse, colocando una mano en el pecho de Aren para hacer palanca mientras la otra buscaba sus anteojos en su rostro. Se habían caído durante la noche, por lo que Aren los alcanzó sin decir palabra y se los dio a Saiki, todavía esperando que dijera algo. Sin embargo, después de unos momentos de su amigo sentado allí en silencio, pensó que tal vez tendría que hacer el primer esfuerzo para conversar. Aren quería decir algo aunque solo fuera para romper el silencio, pero descubrió que no podía arruinar el silencio en el que se habían sumido. Todo lo que realmente podía hacer era mirar. Observó cómo el sol se reflejaba en el cabello rosa despeinado de su amigo; en su rostro perfectamente liso; en la más mínima parte de la clavícula que decidió mostrarse debajo de la camisa arrugada de Saiki.

Aren yacía allí, la mano de Saiki todavía plantada en su pecho con una suave inclinación. No fue hasta que el psíquico abrió los ojos, manteniéndolos entrecerrados mientras se giraba para mirarlo, que Kuboyasu se dio cuenta de lo jodido que estaba.

Él pudo haber sido capaz de negarlo antes, pero ¿ahora? No había absolutamente ninguna manera. Solo la vista de su amigo lo dejó sin aliento, lo hizo querer dejarlo todo y darle al chico toda su atención. Quería aferrarse a cada una de sus palabras y seguirlo como un cachorro. Quería saber todo sobre Saiki, desde su segundo nombre hasta su pensamiento más personal. Sobre todo, quería gustarle a Saiki ; querer pasar tiempo con él. Podía seguir hablando de su amigo; sobre su rostro, su cabello, su ropa, su voz, sus ojos, su-

¿Kuboyasu? preguntó una voz tranquila, mirándolo con el ceño fruncido y un rostro inusualmente emotivo. Saiki casi parecía preocupado, aunque solo fuera por un segundo.

"Aren". Respondió, sin siquiera darse tiempo para pensar en la vergüenza que sentiría en el momento en que saliera de su boca.

¿Qué? preguntó Saiki, luciendo confundido. Casi como si su cerebro soñoliento no pudiera entender la petición, que probablemente no estaba muy lejos de la verdad.

“Puedes llamarme Aren. Quiero decir que ya pasaste la noche en mi casa, ¿verdad? Y nos conocemos desde hace un par de meses. Quiero decir, no tienes que hacerlo, pero siento que estamos lo suficientemente cerca ahora que puedes llamarme por mi nombre de pila. Aren se sintió divagando y se obligó a cortar lo que podría convertirse en una conversación muy rápida y unilateral, queriendo asegurarse de darle a Saiki la oportunidad de responder.

Oh… Respondió el psíquico. Entonces puedes llamarme Kusuo, supongo.

Aren pudo ver la más leve sonrisa en los labios de su amigo, y se sintió como si le hubieran dejado sin aliento. Solo podía suponer que Saiki podía sentir el rápido latido de su corazón y la forma en que su respiración se había entrecortado mientras Kusuo hablaba.

Sí. Estaba jodido.

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