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Se supone que los lunes despierta de mal humor y sobre todo después de haber conocido a la futura novia de YiFan y peor aún, de haberlo visto a él frete a frente después de que lo dejó sin piedad alguna.

Pero esa mañana había algo diferente, si, era muy extraño, porque cuando se miró al espejo junto a cama estaba sonriendo.

Y Joder. Eso era extraño.

En la vida de Lay sonreír no era algo común y mucho menos desde que su primer y único amor lo había dejado cuando él creía que todo iba bien. Sin embargo, esa sonrisa no le parecía extraña y aunque no tiene una explicación exacta para definir el porqué, sabe que se debe mucho a hecho de haber aceptado renunciar a Yifan y a lo que siente por él, porque "Me merezco ser feliz y seguir adelante".

A pesar de tener muchas emociones de las que ocuparse aún, una parte de su ser se sentía libre, libre de la rabia y la decepción, porque, aunque no ha recibido una disculpa de Kris, él ya lo perdonó. Y eso si era terriblemente extraño porque él no suele perdonar.

Dejó de meditar tanto y de escuchar los pajaritos cantarines imaginarios en su ventana y lavó su cara para luego salir de la habitación. Eran las diez treinta de la mañana según su reloj de mesa. Y ¡Se le había pegado las sabanas! Pensó.

Sus padres ya no estaban en casa seguramente, así que bajó las escaleras para hacer el desayuno para sus tíos, JunMyeon y SeHun.

SeHun, su primo SeHun, él fue el causante de que tuviera que darle un beso de buenas noches a JunMyeon. Porque de no haber estado allí, eso no hubiese sido necesario, en lo absoluto.

Terminó de bajar las escalaras y caminó hasta la cocina, sorprendiéndose escandalosamente cuando encontró al moreno en la mesa, con una taza de café.

—Yo...uh. Uhm—tartamudeó llamando la atención de un distraído JunMyeon.

—Oh. Buenos días Xing—dijo JunMyeon cuando lo vio gagueando en la puerta de la cocina.

Xing, ya estaba acostumbrándose a escuchar salir esa palabra de la perfecta boca del coreano.

Esperen. ¿Qué?. ¿Perfecta? ¡No! Sacudió la cabeza frenéticamente.

¡Calmado Yixing! Tú no eres así.

—¿Todo bien, Xing? —preguntó el castaño con preocupación, el Rubio parecía tener un conflicto interno.

Lo bueno era que JunMyeon no parecía molesto o distante con él como anoche.

Yixing reaccionó de su reprenda interna y lo miró a la cara.

—Sí...—Asintió lentamente dudando de sí mismo—¡Buenos días!

El moreno dibujó una sonrisa en sus labios y Lay sintió que algo no anda bien, no definitivamente algo extraño le está pasando porque él no suele sentirse así. ¡No señor! Justo ahora está recordando la sensación de esa sonrisa sobre sus labios la noche anterior porque ¡Carajo! ¿Por qué JunMyeon sonreía mientras le besaba?

Tragó pesado y parpadeó tratando de ubicarse en tiempo y espacio. Necesitaba reaccionar.

—He hecho el desayuno para ambos, esperé a que despertaras para comer juntos—dijo señalando la estufa—Tus padres se han ido a trabajar y tus tíos salieron hace unos minutos—comentó mientras dejaba su taza de café en la mesa para servir la comida.

—Oh. No debiste molestarte – comentó—y... ¿Dónde está SeHun?—preguntó girando su cabeza en busca de la melena castaña de su primo por el lugar.

—Él también ha salido—informó. ¿Qué? ¿Entonces estaban solos?—Sé que es tu primo y todo, pero, de verdad no me agrada mucho, es raro—hizo un mueca.

Novio Alquilado {SULAY} adaptación!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora