One🌺

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"Salva a mí princesa de esta enfermedad, entonces, podrás pedirme todo lo que quieras"


Zero casi ni le había prestado atención a su majestad; estaba acostumbrado a andar con el pecho al descubierto (cuando no estaba trabajando, por supuesto) y la ropa que le habían dado apretaba demasiado. Además, se sentía tan fuera de lugar.

Todo era tan enorme y lujoso, su casita  perfectamente podría caber en uno de los rincones del palacio. Sin embargo, realmente estaba agradecido, después de todo, no todos tenían una oportunidad así.

La tercera hija del Rey Adán, la princesa Buda, estaba gravemente enferma. Los médicos de la corte no hallaron ninguna cura pues nunca habían visto una enfermedad como esa, era extraña.

Por esa razón, su majestad mando a llamar al mejor médico del pueblo con la esperanza de que esté supiera algo que sus médicos no. Y de esa forma, Zero se encontró en esta envidiada posición.

No quiero fracasar pensó con los nervios a flor de pie mientras entraba a los aposentos de la princesa, quien se encontraba en su cama reposando. Los ojitos del pequeño albino se posaron en la muchacha, tragó saliva. Los bardos no hicieron justicia al momento de describir su belleza....

Fue entonces que por su mente pasó el recuerdo de cierto bardo bastante polémico. Loki Laufeyson. Nadie se salvaba de sus comentarios mordaces, ni siquiera el Rey y la Reina. Describió la figura de la tercera hermana como vulgar, lujuriosa. 

Zero ciertamente no vio nada vulgar o lujurioso en esa muchacha, de hecho, pensó que se veía bastante linda con ese cabello rosa y con esos lindos colmillos. Adorables.

Notó como su majestad se acercaba a su hija, los dos intercambiaron unas cuantas palabras hasta que... "Te dejo en buenas manos" dijo el rubio mientras su mano dejaba una caricia en la mejilla de la chica.

El pequeño albino se sonrojo, estaba a punto de abrir la boca para decir lo honrado que se sentía. Pero entonces su majestad miro a una mujer de cabellos negros, la dama de compañía de su hija, quien inclino su cabeza educadamente.

Bueno, al menos nadie lo notó. Pensó avergonzado, pero entonces se fijó en que la princesa lo había estado mirando con una sonrisa bastante divertida. Eso lo mortificó aún más. ¡Tierra tragamé!

Entonces, el Rey abandonó los aposentos dejándolo a solas con las dos mujeres. La princesa seguía manteniendo su sonrisa divertida mientras que la peli-negra se cruzó de brazos, apoyando su espalda contra la pared. Se veía como un guardia pues era bastante intimidante.

"Por favor, acércate" le pidió "No creo que puedas hacer mucho desde esa distancia"

Zero enderezó su espalda inmediatamente, todo nervioso. "¡Eh! ¡S-si, su alteza!" se acercó con paso apurado sujetando con fuerza su maleta, la cual llevaba todas sus herramientas de medicina. Vamos, Zero Fortuna, se profesional. Se profesional

Tomo aire una vez se colocó a un costado de la cama de la peli-rosa. "Su majestad dijo que su condición era grave, pero no me dio más detalles ¿Podría usted describirme cuáles son las dolencias que la aquejan?"

"Por supuesto, pero le advierto que podría sonar como si me lo estuviera inventando"

"Es una enfermedad bastante rara por lo que oí, creo.... que estoy preparado para lo surrealista" comento. Notó que la peli-rosa se veía bastante pálida, pero que aún así mantenía una vibra bastante despierta.

La peli-rosa colocó una mano sobre su garganta "Suelo toser pétalos de flores manchadas en sangre. Es bastante hermoso si me lo pregunta, pero también fastidioso"

Zero frunció el ceño ¿Pero que diablos...?

Sin embargo, a pesar de su desconcierto, aquello le sonaba bastante. "¿Y eso a estado sucediendo desde hace unas semanas?"

"Un mes"

El pequeño asintió poniendo una carita pensativa. Debería hacerle una visita a Beel para que me preste algunos de sus libros....

"S-si le parece correcto ¿Me gustaría hacer algunas revisiones?" tartamudeo mientras intentaba parecer lo más educado posible.

"Je je claro" dijo entre risas la princesa, entonces su mirada azul se poso en la mujer de cabellos negros mientras Zero dejaba su maleta en el piso y sacaba algunas de sus herramientas.

Seguido de eso, el joven médico tuvo que acercarse a la princesa para hacerle las revisiones. Vamos, Zero. No deshonres tu profesión. Pensó sintiéndose poco ético cuando se fijó en la fragancia que ella estaba usando. Actúas como si no hubieran chicas lindas en tu pueblo.

Sin embargo, ninguna de ellas era una princesa con peculiaridades tan adorables como los colmillos o las formas de las cejas. Eso ciertamente le daba un toque.

"¿Estas nervioso?" pregunto la princesa con una sonrisita en el rostro.

"Eh ¿Disculpe?" le miró confundido. 

La mano de la peli-rosa se posó en la mejilla del albino "Estas sonrojado, es bastante lindo"

El pequeño Zero se congelo mientras se ponía de los mil colores. ¿Esta coqueteando conmigo? ¿Un simple médico?

"Señor ¿Ha descubierto la condición que aqueja a nuestra princesa?" pregunto la dama de compañía con una mirada fija.

La princesa le lanzó a la mujer una mirada que simplemente no supo interpretar. "Eh, no.... ¡Digo! Creo que tengo la respuesta, pero primero debería consultar con un socio mío, lady.... Eh"

"Lady Brunhilde"

Zero estaba a punto de abrir la boca cuando sintió un empujón, terminó sobre la princesa de cabellos rosas. La jodida princesa ¡ME VAN A CORTAR LA CABEZA!

Pensó aterrado, estaba echo un tómate y las orejas echaban humo. Sus labios por poco y se tocaban, de hecho, la mano de Zero casi termina en un lugar bastante inadecuado.

De alguna forma, dios no permitió que esto fuera peor. Un rubor apareció en el rostro de la peli-rosa, quien no dudo en empujarlo tirándolo al suelo. Sin embargo, no se fijó en él después de eso....

"Nostradamus, eso no es tuyo...."

El albino giro su cabecita encontrándose con una niña de cabellos rubios, quien corría en dirección a la puerta abrazada a su maletita. "¡Lo encontré así que me lo quedo!" declaró antes de desaparecer.

¡Mí maletita!

En ese momento a Zero le importó muy poco la educación, le importó muy poco su cabeza. Esa era su maleta ¡Iba a protegerla!

"¡Oye! ¡Regresa aquí!" exclamó mientras se levantaba y se apuraba en perseguirla dejando atrás a las dos mujeres, quienes intercambiaron una mirada tensa.

Hanahaki Disease → Zero x Fem Buda 🌺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora