Nuevas amigas

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Ya estando instalada en mi lugar de trabajo comencé a ver a mis al rededores buscando una cara amigable con quien hablar..
-Hola! Soy Cassie, eres nueva? - exclamó una chica chaparrita de cabello pelirrojo
-hola! Si hoy es mi primer día, me llamo Dayana, un gusto - sonreí amigablemente—Que bueno! Ya Veras como te acoplas a este ritmo de trabajo súper rápido, estás nerviosa? - pregunto Cassie con una sonrisa
-Si un poco, supongo que lo normal por ser un trabajo nuevo - dije con una risa tímida
-Vas a ver Que se te va a dar muy bien el trabajo, no te pongas nerviosa - exclamo una chica rubia con ojos marrones- disculpa ni siquiera me he presentado, soy Leslie -
-Un gusto Les! - exclamé con una sonrisa
Así pasaron las primeras horas en el trabajo, con Les y Cassie el tiempo se iba volando, era como si las conociera de toda la vida...
-Oye Dayana, ese chico de haya no ha dejado de verte desde que llegaste, ¿lo conoces?- pregunta Les con curiosidad e intriga
-Levantó un poco mi cabeza de donde estoy sentada para ver de quien hablaba y me doy cuenta que era ese mismo chico de ojos marrones que vi cuando recién llegue - no la verdad no lo conozco de ningún lado- mencione
-El chico no está para nada mal, se ve guapo, Ala mejor el te conoce de algún lado o le pareces atractiva - menciona Cassie Picara
-Si Dayana! De seguro le pareces atractiva- menciona Les juguetona
-Basra chicas! Ni siquiera lo conozco o he hablado con el, pero si la verdad esta guapísimo!- menciona sonrojada
Al principio todo era un poco extraño, ese chico de piel morena me seguía con la mirada a donde sea que me moviera... pero no cruzamos ninguna palabra, me daba curiosidad de acercarme a él y hablarle, algo tenía que me sentía atraída a él, pero era muy penosa como para acercarme.
El día termino y yo ya estaba más que lista para irme a casa, todo lo que quedo de la jornada me la pase agarrando valor para acercarme a aquel chico de ojos marrones para hablarle, pero ya cuando lo quise hacer en la salida el ya no estaba, algo me decía dentro de mi que Tenía que hablarle, tenía que conocerlo... al llegar a casa solo pensaba en sus ojos marrones y en cuantas ganas tenia porque fuera mañana y poder verlo de nuevo

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora