3. Vida.

24.6K 1.1K 182
                                    

- ¿Te duele mucho? - Pregunto mientras hago maromas para tomar todo lo que necesito.

- ¡No imbécil grito de puro placer! - Un nuevo chillido escapa de sus labios, su frente esta perlada por el sudor y yo estoy a punto de entrar en shock nervioso - ¡Puta mierda! - Grita Isabella.

Bajamos hasta el estacionamiento y la subo como puedo en mi auto, me cruzo por el pecho la pañalera y me pongo a conducir.

- Muevete por Dios.

- Mi cielo voy lo mas rápido que puedo.

- Mas rápido.

Tomo una toalla y mientras el semáforo esta en rojo limpio su frente pero aparta mi mano de manera brusca y se limpia sola mientras me maldice. Tomo mi teléfono y llamo a mi mamá.

- Mamá voy para el hospital San Jude Isabella esta en trabajo de parto - No se cual grito reventó mi tímpano si el de mi esposa o el de mi madre.

- Le avisare a Lucia ¡Oh Dios mio mi niño sera papá! - Puedo adivinar que esta llorando.

- Mamá.. Dios mio Isabella calmate - Dejo a mi mamá hablando sola, me puede ver esos ojitos grises brillantes por lágrimas contenidas.

Adoro la idea de ser padre. Pero me jode que mi mujer sufra por mi culpa.

Creó que tal vez no quiera los cinco hijos, tanto como yo.

- Mi amor te prometo que la próxima uso condón - Ella me mira mal y me vuelve a maldecir.

Se que en el fondo me ama. O eso quiero pensar.

Llegamos al hospital, y una enfermera al escuchar los alaridos poco decentes de mi mujer aparece con una silla de ruedas.

- ¿Como se llama? - Actúa como una calma y paciencia asombrosa.

- Isabella Williams - Digo atropelladamente mientras tomo entre mis manos la cinta de la pañalera que esta cruzada sobre mi pecho.

- ¿Eres el padre? - Asiento con la cabeza energéticamente.

Me hacen llenar millones de formularios. Y como niño bueno lo hago finalmente agradezco que Isabella hable italiano y lo use para maldecir o de seguro ya la hubieran mandado a callar.

- Bueno... Señora Williams, buenas noches - Dejo congelada mi mano y aprieto el bolígrafo entre ella con demasiada fuerza.

¡¿En serio?!

Demonios que mala suerte la mía.

Yo debo suponer que en mi otra mi vida o fui un asesino en serie o un jodido ladrón, y lo estoy pagando en esta.

- Nicolás... - Susurra la rubia. No ha cambiado nada. Sigue siendo guapa, alta y su presencia domina.

- Ana Maria...  - Pronuncio su nombre deslizando mi lengua por mis labios con nerviosismo.

Nos quedamos mirándonos a los ojos, la verdad estoy sorprendido.

- Lamento interrumpir su hermoso contacto visual, pero seria tan amable de revisarme y no violar con la mirada a mi esposo - Grazna Isabella con un cabreo monumental, aparto al mirada y me pongo a su lado.

Estoy nervioso.

Mi castaña lo nota.

- Bien, yo soy la Doctora Pierce soy la ginecóloga que asistiría esta noche su parto... Ehmm.. - Toma el expediente clínico que esta en la parte frontal de la camilla - Faltan unos dias
, pero no abra problema con eso.

Dejo caer mis ojos en Isabella, solo en ella.

Ana Maria levanta la sabana y examina la entrepierna de mi mujer la cual gruñe con gesto  de dolor.

MUJERIEGO: ESCENAS EXTRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora