Capitulo 1
Una cierta parte de la vida es la que todos podemos sobrellevar, la más fácil por así decir, las obligaciones, todos pasamos por la primaria, secundaria, algunos por la universidad, el trabajo, y la muerte. Lo complejo es estar en esos ambientes y convivir con otras personas, tus padres exigentes, compañeros de los cuales no es fácil adaptarse sean de estudio o trabajo, lo difícil es vivir una vida con armas en las manos y un escudo en el corazón para evitar que te lastimen, somos militares en un campo de batalla día tras día, batallamos contra el mundo y contra nosotros mismos.
Pero no todos somos capaces de poder vivir en ese estado, es muy complicado encajar en un lugar con miradas distintas. He olvidado las cantidades de veces que habré escuchado a las personas criticar a otras, hasta el último detalle, sin piedad, como si su corazón fuese inexistente.
Cuando crees que todo va bien, es cuando menos lo está. La vida es tan cambiante que si un día eres la persona más feliz del mundo al otro puedes estar en el mismísimo infierno.
Nadie puede manejar el futuro, tener expectativas en él es lo que te condena al doble sufrimiento, y esperar que las personas sean las que te dan la feliz es la muerte.
No poder controlar tu entorno es un castigo, porque ellos si pueden controlar lo que te pase o lo que sientes, te pueden elevar al cielo donde todo parece mágico y perfecto, pero cuanto más te levantan más dolorosa es la caída.
Pero en los últimos meses es donde más aprendí que esperar algo de las personas es uno de los motivos que traen más dolor a la vida, ilusionarse, tener la esperanza de que todos accionen de la manera en la que queremos es poner la cabeza en la guillotina por voluntad propia.
No esperes nada de nadie, en mi caso, espere demasiado de los que creía que eran mis amigos, los que prometían no dejarme sola, los que se supone que deberían primero escucharme a mi en vez de un rumor.
Por eso mismo es que se originó mi infierno, un simple, y estúpido rumor, muy impúdico como para repetirlo. No podía creer que los que debían estar a mi lado, lo creyeron, aun sabiendo de que lo que menos soy es una persona sin honor.
Por suerte sería mi último día como estudiante de escuela secundaria, pero por mala suerte debía ir, volver al lugar donde mis miedos se volvían verdad, me sentía vulnerable, sola. Mis padres no sabían de mi situación, su presencia en casa es escasa, casi nula, desde que se centraron en el beneficio de las horas extras y de ser parte del grupo de personas adineradas, se olvidaron de tener una hija, porque a pesar de todo, mantenerla no era suficiente, el dinero no compra ni un cuarto del cariño.
Al pisar la entrada de la institución un escalofrío recorrió mi cuerpo, un paso, dos pasos, tres, todo iba tranquilo, pero sentía una necesidad de cubrirme con una capucha y no ser vista por nadie, mientras más caminaba, los alumnos más me reconocían, se escuchaban a mis espaldas los susurros, era como escuchar sisear serpientes, igual de venenosas, igual de letales. Sé que muchos dirán que la confianza es lo más importante en estos casos, que debería tener el mentón en alto, pero es tan difícil, el entorno te ahoga tanto que es imposible levantar cabeza y hacer como si no pasara nada, no quería esta situación, no hice nada para que me suceda esto, en mi corazón había indignación, enojo, tristeza y miedo, la felicidad que creía que iba a durar años, incluso para siempre, resulto ser tan volátil como una pequeña pluma.
Los pasillos parecían cada vez más largos, y los susurros más intensos, es como si se metieran en mi cabeza y tiraran mierda en esta, de ese estado de saturación me distrajo el golpe de mis rodillas en el suelo, mis manos evitaron que mi rostro golpee con el frio mármol, un pie, un solo pie en mi camino provocó mi caída, agradezco a mis manos por evitar un dolor aun peor, los susurros volvieron a mis oídos, pero ahora, se incluían risas. No gasté mi tiempo en ver quién fue el culpable de mi caída, a esta alturas del partido daba igual, sentía que eran todos contra mi, contra alguien que esta, también, en contra de ella misma.
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Enigma
Short StorySeguiremos la vida de Priscilla luego de su intento de suicidio. Mi ig: Micaela_Wpp