Amigo para Navidad

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UN AMIGO PARA NAVIDAD-

-¿Tú dónde diablos estabas?- le preguntó Laura, su madre, con un tono serio y sin rastro de amabilidad. Amy se había escabullido durante la tarde y regresó un poco después de lo calculado porque su madre llegó del trabajo ese día a las cuatro, en vez de las cinco. Ella pensaba que podría estar en su casa antes que su mamá, pero un incidente la detuvo. Su madre la descubrió y llevaba ya más de diez minutos intentando saber el lugar dónde se encontraba.

-Por ahí- le respondió Amy apenas audible pues temía de su mamá, nunca había tenido el valor de responderle, o incluso hablarle a la cara la bañaba de nerviosismo.

-¡NO SEAS TONTA Y CONTÉSTAME BIEN!

-Mamá, no tienes que gritar- dijo asustada la chica, pues sabía que su madre era muy fácil que se enojase. Era 24 de Diciembre y Amy fue a comprar cosas que necesitaría para realizar una carta a la papelería.

-¿Cómo que no debo gritar? ¡Si es el mejor momento para hacerlo! Te fuiste, el día de la cena navideña. ¿Cómo es eso posible? ¿Qué no sabes que hay mucho por hacer?-

Laura era una persona especial. Tenía problemas de ira y amaba la navidad, rara combinación pero la amaba a tal grado, que se volvía estérica si algo no salía tal cual como ella deseaba.

 El año pasado, la navidad en casa de la tía Denisse fue un completo desastre haciendo que la abuela se sintiera decepcionada de su hija. Laura no permitiría que eso pasara hoy, por lo cual lo quiere PERFECTO.

-Lo sé mamá, pero antes de comenzar a organizarlo, necesitaba… hacer… algo.

-¿Acaso quieres que YO haga el ridículo este año? ¡ERES UNA DESCONSIDERADA!

-¡MAMÁ! ¡CREO QUE TE LO ESTÁS TOMANDO MUY ENSE-…!- antes de que lograra terminar la frase, Laura tomó de su cabello suelto y la arrojó al piso.

-¡YO SOY TU MADRE! Y ME TIENES QUE RESPETAR, INÚTIL…

Y con eso subió corriendo las escaleras, una por una con su mochila que atravesaba parte de su pecho.

“No llores Amy. NO. TE. A.TRE.VAS.”- se repetía una y otra vez.

 Al llegar a su cuarto, azotó la puerta lo que provocó un intenso sonido que reinó en toda la casa. Sus ojos se llenaron de agua.  Llorando se dirigió al baño que estaba en su habitación y aseguró la puerta al cerrarla. Lágrimas comenzaron a descender de sus mejillas hacia el lavamanos, trataba de detenerlas pero era casi imposible. Amy era una persona demasiado sensible, el más mínimo comentario podría hacerla sentir de lo peor. Alzó la mirada y lo que vio fue una causa más para el llanto. Observó a una chica de estatura alta, cabello rubio, el cual era horrible, sus lentes tapaban dos de los ojos más asquerosos en la Tierra, es por eso que ella los usaba, estos no podían estar más hinchados y rojos de lo que estaban.

-Mira, es una obra de arte.- dijo Amy al reflejo, para tratar de subirse el ánimo.

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2015 ⏰

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