Dueles, como el primer día,en el que cruzamos miradas y desde aquel momento supe que me destrozarias poco a poco.
Cariño,desde que entraste a mi vida pusiste patas arriba todo mi mundo y me prometiste que siempre estarías a mi lado, que me cuidarías y no abrirías viejas heridas.
Me enseñaste que en el amor no se basa en follar,sino que es algo más…
En aquel instante mi mente se apaciguó y mi subconsciente me avisó de que no me harías daño.
Pero llegó aquel maldito día en el que todo,absolutamente todo se torció.
Cada día esperaba a que vinieras a buscarme,incluso soñaba con aquel momento.
Me aferraba a la idea de que algún día, volverías y yo te recibiría con los brazos abiertos.
Al fin y al cabo solamente me quisiste para un rato…
Ingenua de mí, al pensar que lo nuestro iba sempiterno.
Me prometiste tantas cosas que al final resultaron ser falacias tuyas, ilusa de mí eh.
Que llegue a pensar que realmente me querías.
Mi corazón me advirtió que en cualquier momento me romperías y yo intentaría volver a recomponerse de nuevo.