CAPÍTULO 1

210 10 0
                                    

Sonidos y más sonidos salían de aquel camarote compartido por esas dos personas que tanto le molestaban, los quería, pero a veces se sentían como un gran y molesto grano en el culo. Él ya les había pedido que no hicieran ruido, pero nada conejos en celo parecían.

- Ummmm, ¿Willy?, no sé si pienses como yo o tal, pero ¿te gustaría incluir a alguien más en nuestra relación puramente física?

- ¿No podías haberlo pedido después de terminar?

- Lo siento jsjsj, me acordé ahora.

- ¿Así que, en vez de concentrarte en metérmela, estabas pensando en metérsela a otro?

- No, no, no quería que sonara así, perdóname por favor.

- Solo te estaba tomando el pelo Fargan.

- Bueno, pero ¿qué dices?

- ¿En quién pensabas?

- En Rubius por supuesto.

- ¿Te había dicho lo mucho que te quiero?

- Eh, sí ¿por?

- Quitarle a Vegetta lo que más quiere, por supuesto que me gusta la idea, y, además, también pensaba en hacer un trio con él, pero igual es demasiado para él.

- Entonces ¿qué hacemos?

- Cortejarle los dos hasta que caiga por ambos, y Vegetta se pondrá de un celoso impresionante. Lo malo es que estoy puede salir mal o bien.

- ¿Qué quieres decir?

- Puede que, en vez de beneficiarnos, nos perjudique, Vegetta podría quitarnos a nuestra presa y adiós plan.

- Entiendo, entiendo- Willy iba a añadir algo más, pero la puerta de su camarote se abrió de repente apareciendo Vegetta tras ella.

- ¿Cuántas veces os he dicho que no hagáis tanto ruido?

- Que soso eres Vegetta, te falta sexo en tu vida.

- No lo necesito.

- Pero Rubius lo necesitará algún día, ¿no estarías dispuesto a dárselo? Bueno si quieres nos encargaremos nosotros.

- CALLATÉ WILLY

- Uy, uy que agresividad. Si no te das prisa alguien te lo quitará, uno de nosotros incluso.

- ¡No os atreveréis!

- ¡Pruebanos!

- ¿Vegetta, estás aquí? - inmediatamente al escuchar esa voz Vegetta se volteó, sí y tremendo gay panic que se llevó.

- Osito que necesitas- dijo con una voz melosa.

- Me dijiste que ibas a pasar conmigo la tarde- decía con un lindo puchero en su rostro.

- Sí, sí ahora mismo voy- le dijo a Rubius- en cuanto a vosotros, ya terminaremos esta conversación en otro momento, vámonos Rubius-. Ambos se alejaron del camarote, dejando a la pareja al borde del llanto.

- Gracias a dios que se marcharon, no creía que pudiera aguantar más la risa, Vegetta se pone de un tono de enamorado increíble. Me encanta cuando te pones en modo diablo.

- Tiene suerte que su osito sea 2iq, pero se le acabará muy pronto. Si quieres volver a ver mi modo diablo que tanto te pone cierra la puerta, y esta vez ponle pestillo por favor, no quiero otra visita inoportuna.

- Si así lo desea, así lo haré.

- Así me gusta, mañana comenzaremos nuestro plan, mientras divirtámonos hasta entonces.  

ES NUESTRO TESORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora