Sonidos y más sonidos salían de aquel camarote compartido por esas dos personas que tanto le molestaban, los quería, pero a veces se sentían como un gran y molesto grano en el culo. Él ya les había pedido que no hicieran ruido, pero nada conejos en celo parecían.
- Ummmm, ¿Willy?, no sé si pienses como yo o tal, pero ¿te gustaría incluir a alguien más en nuestra relación puramente física?
- ¿No podías haberlo pedido después de terminar?
- Lo siento jsjsj, me acordé ahora.
- ¿Así que, en vez de concentrarte en metérmela, estabas pensando en metérsela a otro?
- No, no, no quería que sonara así, perdóname por favor.
- Solo te estaba tomando el pelo Fargan.
- Bueno, pero ¿qué dices?
- ¿En quién pensabas?
- En Rubius por supuesto.
- ¿Te había dicho lo mucho que te quiero?
- Eh, sí ¿por?
- Quitarle a Vegetta lo que más quiere, por supuesto que me gusta la idea, y, además, también pensaba en hacer un trio con él, pero igual es demasiado para él.
- Entonces ¿qué hacemos?
- Cortejarle los dos hasta que caiga por ambos, y Vegetta se pondrá de un celoso impresionante. Lo malo es que estoy puede salir mal o bien.
- ¿Qué quieres decir?
- Puede que, en vez de beneficiarnos, nos perjudique, Vegetta podría quitarnos a nuestra presa y adiós plan.
- Entiendo, entiendo- Willy iba a añadir algo más, pero la puerta de su camarote se abrió de repente apareciendo Vegetta tras ella.
- ¿Cuántas veces os he dicho que no hagáis tanto ruido?
- Que soso eres Vegetta, te falta sexo en tu vida.
- No lo necesito.
- Pero Rubius lo necesitará algún día, ¿no estarías dispuesto a dárselo? Bueno si quieres nos encargaremos nosotros.
- CALLATÉ WILLY
- Uy, uy que agresividad. Si no te das prisa alguien te lo quitará, uno de nosotros incluso.
- ¡No os atreveréis!
- ¡Pruebanos!
- ¿Vegetta, estás aquí? - inmediatamente al escuchar esa voz Vegetta se volteó, sí y tremendo gay panic que se llevó.
- Osito que necesitas- dijo con una voz melosa.
- Me dijiste que ibas a pasar conmigo la tarde- decía con un lindo puchero en su rostro.
- Sí, sí ahora mismo voy- le dijo a Rubius- en cuanto a vosotros, ya terminaremos esta conversación en otro momento, vámonos Rubius-. Ambos se alejaron del camarote, dejando a la pareja al borde del llanto.
- Gracias a dios que se marcharon, no creía que pudiera aguantar más la risa, Vegetta se pone de un tono de enamorado increíble. Me encanta cuando te pones en modo diablo.
- Tiene suerte que su osito sea 2iq, pero se le acabará muy pronto. Si quieres volver a ver mi modo diablo que tanto te pone cierra la puerta, y esta vez ponle pestillo por favor, no quiero otra visita inoportuna.
- Si así lo desea, así lo haré.
- Así me gusta, mañana comenzaremos nuestro plan, mientras divirtámonos hasta entonces.
ESTÁS LEYENDO
ES NUESTRO TESORO
FanficEl capitán Vegetta no debía mimar a Rubius, pero no podía evitarlo. Al resto de la tripulación no parecía importarles este detalle, disfrutaban de cómo su capitán cambia tan drásticamente con su osito. Pero dos de ellos no estaba conformes con la si...