única parte

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Eran las 3:00 A.M, otros pensarían que es la hora del diablo y necesitaban dormirse antes que les jalen los pies, pero Changbin no era de esos, sobre todo con Felix en la mente.

Había estado bebiendo con sus roomies, pero cuando comenzó a sentirse mareado decidió irse a dormir.

Su mente comenzaba a divagar, pensando en su amigo, la forma en la que se escapaban de las clases y se besaban a escondidas en los baños.

Tomó su celular y marcó el número registrado de la llamada más reciente.

Felix tomó rápidamente la llamada:

-¿Bueno? ¿Pasó algo?

-Perdón por llamarte a esta hora, siempre trato de contenerme pero cuando me doy cuenta ya te estoy llamando- Changbin hablaba de manera pesada, con la voz ronca.

-¿Estás borracho?

-Solo un poco- sonrió a pesar de que Felix no lo miraba.

-¿Entonces solo me buscas por qué estás caliente?

-No me gusta que pienses así, simplemente nunca puedo dejar de pensar en ti- soltó una risa -Ni estando ebrio dejo de pensar en ti.

La línea quedó en silencio, la respiración de Changbin cada vez más pesada.

-Cuando pienso en ti todo en mi cabeza se revuelve... todos nuestros momentos se mantienen cruzando en la cabeza.

Y Felix colgó, Changbin se descolocó, y fue a la cocina por un vaso de agua, pero aún sentía sed; ya no había nadie en aquel pequeño living, solo la tenue iluminación de una lámpara.

Luego de quince minutos, el timbre de su apartamento sonó, ¿Quién era a las tres treinta de la noche en su casa?

El alcohol estaba dejando su cuerpo, y ese timbre hizo que su presión disminuyera. El celular, que estaba su habitación, indicó una llamada entrante. Si alguien le preguntaba cómo estaba vestido seguramente iba a llorar.

Fue lentamente hasta donde estaba el teléfono, y en cuanto vio la pantalla se dió cuenta de que la persona que tocaba a esa hora, era nada más y nada menos que Felix.

Desde que Felix atravesó el marco de la puerta de entrada, se acercó a besarlo lento, pausado, pero la forma en la que se pegó a su cuerpo con tanta necesidad le indicó que esa noche no iba a dormir.

El juego estaba así: era uno contra uno, el primero que diera el brazo a torcer, perdía.

Tras mordidas y un beso que parecía eterno, llegaron a la habitación de Changbin, quien cerró la puerta y tiró a Felix sobre la cama.

-Tus juegos mentales no sirven contra mi, te voy a enseñar cómo se hace- Después de eso, Changbin retiró su camisa, para volver a besar a Felix.

Cuando terminaron, estaban abrazados en la cama con una simple franela tapando sus cuerpos desnudos, la luz de la luna entrando por la ventana, así como la figura de Felix sobre Changbin, ambos sonriendo antes de volver a besarse.

-Vamos a liberar todo el estrés acumulado por la escuela- y después de eso, Felix hizo ver las estrellas a Changbin.

| ° |

Sudando, se tiraron en la cama, con la luz del sol anunciando que estaba por amanecer. Se abrazaron mientras se daban dulces besos.

-Esto se siente muy gay.

-Changbin, literalmente me metiste tu aparato reproductor, eso es lo más gay que puedes hacer.

you know - changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora