Capítulo 2 "En Rusia, mi amor".

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Disclaimer:

Los personajes de Big Hero 6, Coco, Mo Dao Zu Shi y Room of Swords no me pertenecen. Uso estos personajes sin fines de lucro, por mera afición.

Advertencia: Spoilers de Mo Dao Zu Shi//The Untamed y de Room of Swords. Por favor, si están leyendo o están interesadxs en esas series, leer con discreción o pasar a otro fic.

Capítulo 2 "En Rusia, mi amor".

En el año 1820, en la antigua Rusia, dos hombres desaparecieron de forma misteriosa en un campo de batalla durante las guerras napoleónicas. Sí, desaparecieron casi de la misma forma en que uno de ellos llegó con un ave de fuego, misma que ayudó al ejército ruso a erradicar poblados enteros con una simple orden para evitar que los franceses pudieran acceder a suministros básicos y así debilitar a su ejército.

El soldado Kodya Karevic fue visto por última vez llevando en brazos a un hombre de cabello verde que vestía ropas extrañas, como si fuera un viajero en el tiempo y acabara de llegar del Antiguo Egipto.

Muy poco se sabe de lo que ocurrió dentro de las paredes de una cabaña abandonada. El ambiente era romántico gracias a la luz intermitente del ave de fuego, la cual controlaba la temperatura del agua donde ambos hombres tomaban un baño mientras compartían sus preocupaciones, abriendo su corazón con la confianza que se inspiraron el uno en el otro.

—Gyrus... ven aquí—comentó el hombre de ojos azules, mientras pasaba una mano en la espalda mojada de su novio para darle un cálido abrazo—La fuerza no lo es todo, tú lo sabes. Usa tu cabeza, eso es lo tuyo...

—Te he extrañado tanto, Kodya—sollozó Gyrus con tristeza y alivio. ¿Cómo no iba a sentirlo? Había perdido ya tantas veces a su amado (o al menos había corrido el riesgo de perderlo) que de alguna u otra manera temía que ese fuera otro sueño, que Kodya no fuese real, que fuera el siguiente objetivo de Don. Que ambos estuvieran vivos era ya una bendición por todo lo que habían pasado en el "Room of Swords". Se aferró al abrazo que le estaba proporcionando su amado y suspiró quedamente.

—Y yo a ti... Creí...—suspiró Kodya con un nudo en la garganta—Creí que te había perdido para siempre, creí que te perdería otra vez. Es la peor sensación que pude experimentar, ¿sabes?

—¿La habías experimentado antes?—preguntó Gyrus con curiosidad—Vamos, puedes decirme...

—Me apenaría si te lo dijera. Ese dolor... nunca creí volver a sentirlo, hasta que nos despedimos... ¿Recuerdas?—dijo Kodya aferrándose al chico de cabello verde.

Gyrus cerró los ojos nuevamente, escuchando el palpitar del corazón de Kodya. Sí, definitivamente estaba vivo, ahí, ahora, con él. Por supuesto que recordaba la forma en la que se despidieron, como de pronto Kodya desaparecía para volver a su mundo. Esa sensación de valentía y a la vez de dolor...

—Yo estaba resignado. Por un lado estaba feliz que por fin, después de todo lo que pasamos, pudieras regresar a donde pertenecías y al mismo tiempo, un deseo egoísta me poseyó por un instante. Quería que te quedaras conmigo...—el chico escondió su cara en el pecho de Kodya debido a la vergüenza que sentía, pero si no lo decía ahora, ¿en qué momento? ¿Cuándo podría decírselo? ¿Qué le aseguraba que volverían a verse o peor, que él pudiera conservar su forma original? Si él era Massiossare... ¿le daría otra oportunidad de expresarlo? Por supuesto que no.

—Eso hubiera sido mi deseo también—Kodya sonrió, tomando del mentón a Gyrus haciendo que lo mirara—Nos tenemos ahora... estamos en medio de la nada, en una cabaña abandonada, una bañera improvisada y un ave de fuego muy útil en un clima así. Pero estamos juntos.

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