➹დ𝐂 𝐀 𝐏 𝐈 𝐓 𝐔 𝐋 𝐎 ➌➐⚘✿

659 68 10
                                    

La llegada del médico fue poco después de eso. Un beta de aproximadamente cincuenta años, con su cabello algo canoso, delgado y con una enorme sonrisa. Sinceramente transmitía seguridad, aunque Jeno no tardó en gruñirle unas dos o tres veces, comenzando desde que me miró y cruzó la puerta.

—Le vuelvo a decir, señor Lee, que tengo una hermosa omega esperándome en casa, solo necesito tocarle el vientre a su omega.

—Jaemin— Suspiré, era la quinta vez que el médico tenía que decirle eso a Jeno, quien no dejaba de observarlo. Sinceramente, me sorprendía que aún tuviera fuerzas para gruñirle cuando había destrozado toda la sala de estar. —Me llamo Jaemin.

—Lo lamento— El médico hizo un movimiento apenado y me encogí de hombros.

—Solo quiero saber si nuestro bebé está bien— Respondí.

—Y para saberlo necesito conocer el tamaño del feto, hacerle una ecografía con la ayuda de una aplicación en mi celular y entonces asegurar o negar algún tipo de daño en este.

—Y necesitas tocarlo— Jeno gruñó, colocando su mano sobre mi vientre, mientras la otra continuaba entrelazada con la mía. Suspiré, observando el pequeño aparato que tenía el médico en la mano. Era como un control de Nintendo Wii o algo parecido. Observé a mi alfa y al notar su debate mental entre hacer lo correcto o dejar que aquel lado posesivo lo domine, tomé una decisión. Me estiré hasta coger el aparato y después de oírlo gruñir, volví a mi lugar a su lado, mostrándole el objeto.

—Yo me lo pondré en el vientre, ¿Estás bien con eso?— Jeno suspiró, separó sus labios para hablar pero negué suavemente, sonriéndole. —Está bien, ¿Sí? No me hace muy feliz que alguien más respire el aire que respiras tampoco, créeme... pero necesito saberlo... necesitamos saberlo.

Agradecí que el doctor nos diera nuestro tiempo, así que con tranquilidad me incliné para darle un suave beso a Jeno. Sinceramente, me encantaba escuchar y disfrutar de su latir calmado acompañado con el mío.

—Él va a estar bien— Jeno me susurró al separarnos, sintiendo el dulce roce de sus labios sobre los míos. —Va a estar bien y luego saldremos de esta. Ganaremos a Mark y te juro que viajaremos a donde sea para olvidar este infierno.

Asentí y de nuevo, como siempre, como cada una de las veces, le creí, porque no había palabra de Jeno en la que no creyera y porque sabía que no mentía, al final ya no había pensamiento suyo que yo no pudiera sentir.

—Estoy listo— Me giré hacia el doctor, quien asentía en confirmación y encendía el monitor del celular, no sabía qué clase de aplicación era la que usaba, pero al parecer era muy útil. Coloqué entonces el aparato sobre mi vientre, siguiendo cada indicación del médico de la zona, tratando de ir lento para no perderlo.

—Un poco más abajo— Me indicó y obedecí. —Ahí— Estiró su mano y me mostró su palma, así que me detuve. —Ahí está, lo veo.

Sonreí al oír eso, es decir, sabía que estaba embarazado, pero una afirmación de un médico hacía que lo sintiera mucho más real. La mano de Jeno sobre la mía apretó mis dedos y supe que él también estaba muy emocionado. Su corazón y el mío empezaron a latir con rapidez.

Aunque esa misma rapidez causada por la emoción fue reemplazada por temor cuando el rostro del beta se entristeció y negó ligeramente con la cabeza. Algo no andaba bien con mi bebé, lo supe desde el segundo en que el médico nos miró con sus ojos cargados de pena.

—¿Qué tiene?— Quise soltar la mano de Jeno para lanzarme sobre el hombre delante de mí. Estaba nervioso, asustado y mi omega me pedía sacarle como sea las palabras, pero el tipo parecía moverse en cámara lenta. —¿QUÉ TIENE? ¡Dígame que tiene! ¡Dígame que está bien!

ᴛʜᴇ ᴘᴇʀғᴇᴄᴛ ᴏᴍᴇɢᴀ ➹ ⁿᵒᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora