Al haber terminado la séptima ronda del ragnarok, Geir necesita encontrar algunos objetos que Brunhilde solicitó para preparar el siguiente combate, pero en el transcurso, ella se encuentra con alguien peculiar otra vez.
La batalla de Qín Shǐ Huáng y Hades había terminado dando como ganador al emperador chino, Brunhilde y Geir se encontraban eufóricas en un palco por la 4º victoria de la humanidad.
Geir: Hermana, lo logramos
Brunhilde: ¡Si, ahora esos dioses estarán con el orgullo en sus hocicos!
Geir: ¿Hocicos?
Brunhilde: ¡HOCICOS! Ahora es momento de hacer los preparativos para el siguiente combate; Escucha Geir, necesito que vayas a traer algunos objetos para planificar la siguiente ronda.
Geir: Esta bien hermana
Geir procedió a irse a la sala de monitoreo donde se encontraban las cartas de los luchadores y otros objetos más, la menor de las valquirias recogió lo que necesitaba y estaba dispuesta a irse, pero se dio cuenta de un semblante que observó todo el combate desde una pantalla cercana.
Geir: Eres tú
Nostradamus: Oh~, pero si es la señorita valquiria, es un placer verte de nuevo.
Por cada palabra que decía Nostradamus, él se acercaba.
Geir: No pensé que te vería de nuevo...y con tus ropas normales.
La menor de las valquirias estaba algo incomoda, ¿Quién no lo estaría al encontrarse a un tipo que usó las ropas de su hermana?
Nostradamus: Oh~ señorita eso era necesario para poder obtener la información que necesitaba, después de todo una profecía no se cumple sin datos. O acaso...no le gusto que me burlara de usted.
Geir se sobresaltó un poco, había dado en el punto.
Nostradamus procedió a acercarse más a Geir hasta que estuvo en una distancia muy corta.
Nostradamus: Señorita...realmente eres linda que... -Geir coloco su mano cerca de sus labios para que no continuara-
Geir: ¡B-basta! Es vergonzoso oír eso
Nostradamus: Oh~, ¿enserio? Pero no estoy mintiendo, eres muy linda -se acercaba un poco más-
Geir se sonrojo por la vergüenza de ya no tener su espacio personal.
Geir: Me tengo que ir, mi hermana me necesita
Nostradamus: Me encantaría volvernos a ver, señorita ternura.
Geir atino a retirarse del cuarto algo sonrojada, fue una experiencia extraña pero no fue desagradable, quizás sería bonito volverse a encontrar y charlar.
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