Parte I

4.7K 499 111
                                    

El día de San Valentín en la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, no era lo que todos estaban esperando. Usualmente cuando la fecha llegaba, el Gran Salón permanecería decorado de la manera en que lucía la mayor parte de los días, el banquete estaría servido por la mañana y las lechuzas entregarían la correspondencia a cada alumno. Por supuesto en ellas estaría oculta alguna carta de amor o los mismos enamorados se entregarían golosinas compradas en Honeydukes. Usualmente las chicas eran quienes estarían más emocionadas por el día y claro, los fantasmas de cada casa, no se cansarían de molestar a las parejas de tortolos que se besarían por los pasillos. El día de San Valentín en la escuela sería como cualquier otro día de clases, sin embargo este año algo parecía andar mal o al menos eso pensaba Yoongi.

— Qué demonios es esto—Cuando los pies de Yoongi se detuvieron a las entradas del Gran Salón, aquellas palabras fueron las primeras que salieron de su boca. La noche pasada recordaba cómo Hoseok, su amigo desde que el Expreso de Hogwarts dejó la estación King's Cross, había insistido en que ambos se desvelaran probando un aparato con el que la gente Muggle se divertía jugando. Al parecer el objeto denominado 'Consola', había resultado mucho más interesante de lo que creían y no fue hasta que el prefecto Namjoon, bajó en su bata de dormir hasta la sala común Slytherin, que los muchachos se percataron de que la noche ya había pasado y que en realidad debían alistarse para el desayuno. Por esta razón Yoongi sabía que el único culpable de su jaqueca era su amigo y el que todo el salón se encontrara cubierto de un color rosa, no ayudaba para nada a su condición.

Sí, Yoongi no sabía quién había sido el culpable de semejante idea, no obstante maldecía un millón de veces a esa persona. El Gran Salón a diferencia de todos los años anteriores, literalmente gritaba 'San Valentín' por todas partes. Cada pared se encontraba cubierta por telas de tonalidad rosa, el lugar donde los estandartes de cada casa lucían orgullosos sus emblemas, mostraba ahora corazones entre otra clase de dibujos que Yoongi estaba seguro que lo harían vomitar. Las velas en el aire iluminaban el cuarto y se podían distinguir más corazones, sin embargo, cubiertos de un brillo y cayendo lentamente sobre sus cabezas provocando gritos de emoción entre las mujeres y miradas ansiosas a todo el lugar. Los ojos de Yoongi apenas podían permanecer dos segundos observando todos esos corazones y exceso de rosa sin que se desviaran antes al piso y el hecho de que él fuera el encargado de tomar fotos para escuela hacia que realmente quisiera utilizar algún hechizo para matar a estúpido que creó ese día.

— ¡Oye, Yoongie-ah! ¿No deberías estar tomando fotos de esto? Venga, tómame una foto, estoy seguro que me veré muy lindo—Hoseok, quien tomaba asiento a su lado en la gran mesa Slytherin, abultó sus labios en un intento por verse adorable. El  chico de cabellos rojizos, volteó sus ojos fastidiado.

— ¡Oye, Hoseokkie- Ah! ¿No deberías estar comiéndote la cara de ese niño Hufflepuff? ¿Cómo era su nombre? ¡Ah! ¡Taehun!—

 — Es Taehyung y no puedo comer su cara porque me odia, ¿recuerdas?—El pelinegro desvió  su mirada hasta la alargada mesa del otro extremo donde Taehyung olfateaba cada plato que tenía frente a él y Yoongi no entendía cómo es que su amigo, el playboy de la escuela, se había fijado exactamente en alguien tan extraño como ese chico de cabellos anaranjados y de dulces siempre pegados en su rostro. Suponía que tenía que ver con lo ocurrido hace un par de años, no obstante Yoongi jamás preguntaba, por una parte porque le daba pereza y por la otra porque no quería ver esa expresión apenada en su amigo—. De todas formas, ¿por qué estás tan molesto? Es San Valentín, deberías estar feliz y gritando como una niñita porque al fin el chico que te gusta confesará su amor por ti.

Hoseok hizo más aguda las últimas palabras, en un intento por imitar las voces femeninas y Yoongi sacó una fotografía justo en el momento en que todos sus dientes eran enseñados haciendo que su rostro pareciera el de un caballo. Quizás podría utilizar la imagen para alguna venganza después.

Can I Just Alohomora Your Heart? - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora