una noche mas

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Quería verlo. Anciaba poder tocar la piel desnuda de su torso bajo mis finos dedos.
Llevaba tan sólo dos días lejos, y ya lo necesitaba tanto. Como nuestro cuerpo necesita el aire para poder seguir adelante, yo lo necesitaba a él. Necesitaba sus besos, sus caricias, sus susurros,  roses, chistes, ver su sonrisa en la mañana. Necesitaba todo de él. Pero no tenía nada.

--Necesito verte --silencio del otro lado del telefono--... x favor... solo una noche mas. Una sola.

Colgó.

--AAAAAA-- Grité con desesperación. Había arruinado todo. Ya no lo tendría nunca más. Golpee con fuerza las paredes, manteniendo los puños cerrados, y apretando la mandíbula--. Lo arruiné. Todo esto es por mi culpa, y no pude ni siquiera mantenerme distante. La puta madre!

Necesitaba salir de ahí. Sentía que las paredes se sernían sobre mí, me acorralaban, al igual q mis pensamientos.

Salí de mi departamento sin nada en las manos. Ni siquiera el teléfono llevaba. No quería ni recordar quién era x unas horas. Sólo olvidar con chicos y alcohol. Iba a ir directo a un pub, pero algo me detuvo. Las calles estaban silenciosas, y el fresco aire del otoño soplaba las hojas con pena queriendo llevarlas lejos.

"Nunca te soltaré" "estaré ahí cuando me necesites" "No dudes en llamarme cualquier cosa bb" "sos mi sol, no lo olvides".
Sus palabras me atormentaban. Ni siquiera podía culparlo. ¿cuáles habían sido mis palabras?
Ah si "Yo también te amo" "Nunca te dejaré" "Prometo amarte hasta el final". Y para qué. Ni siquiera había sido capaz de cumplirlas. Él me había amado con Todo su ser, y yo le había mentido. Pq me había ido. Y había jugado con sus sentimientos. ¿Y ahora volvía, y le pedía una noche juntos? ¿Qué carajos pasaba x mi cabeza? Mierda.

Me senté en un banco, necesitaba tranquilizarme. Y sólo observé el río que fluía tranquilo con hojas naranjas y amarillas en su superficie.
La cálida luz del sol se reflejaba, formando un hermoso ambiente de cuento de hadas. Probablemente la soledad era mejor que cualquier bebida o chico.
Sentí como si el tiempo hubiera dejado de pasar, estaba estancada en un bucle de tiempo, ya no habia gente caminando, los perros no ladraban, lo único que me hacía pensar que estaba en la realidad y no observando un cuadro, era el movimiento de la hierba con la brisa, el canto de los pájaros o el rumor del agua.

...

Mis pasos retumbaban en el cemento. Estar sola me había hecho bien. Sabía que podía salir adelante sin necesidad de nadie para ello. Una sombra se sernía sobre mi departamento. Comencé a asustarme, pero mantuve de igual manera el paso firme y desidido. Sobre las escaleras, aguardaba un joven.

--Thomas?

Él me miró. Mi corazón dejó de latir cuando lo único que pude ver fue tristeza en su mirada. Se levantó y rosó mi mano.

--Qué hacés acá?

--Me pediste que viniera. No?

Su tono demostraba lo obvio que se le hacía el asunto.

--Pero colgaste y yo pensé que...

--Vamos a pasar una última noche, o no pierdo el tiempo y me voy lo más rápido pocible? Ni siquiera entiendo por qué vine. Despues de todo, la loba siempre fuiste vos, y yo fui el cordero

Mi corazón comenzó a resquebrajarse. Escucharlo decir esas palabras en vez de "Te amo" era muy fuerte.

--Esta bien. Entremos

Pasé a su lado y cerré la puerta.

--Querés hablar o solo...

--No --me cortó en seco--. Hablar no. Vine por una razón. Y sólo por una... --se quedó en silencio y se miró las manos--. Prometiste que una noche no serías tú la que liderara, la que me mandara...  esta vez, he venido para ser tu amo... quiero que cumplas tu promesa

El Limbo De La adolescencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora