El Limbo De La adolescencia

Te necesito cap 1

Necesitaba... necesitaba ya.
Anhelaba su cuerpo contra el mío. Su respitacion agitada en mi oído, sus manos poseyendo... poseyendome!!!

Recordaba sus labios mordiendo los míos, su boca bajando x mi pera hasta lamer mi cuello, haciendome sentir descontrolada... mojada.
Antes podía decir q podía controlarme... ahora ya no. Las ancias de tenerlo encima mío, agitando su pelvis contra la mía, sus manos guiando mis movimientos...

Me revolqué en mi cama, mordiendo mi labio con anhelo. Por un momento sentí sus manos en mí otra vez, haciendome sentir tan deseada, y poseída.
Pero no de una forma tóxica. Sino algo como "serás mía x esta noche, y por todas las noches".
Esa sensación... me hizo cerrar los ojos y relamer mis labios.

Los recuerdos seguían lloviendo en mi mente:

Mi espalda contra la manta, mis piernas abiertas dandole acceso a mi cuerpo, su remera tirada en la otra ezquina de la habitacion. La mía salida ya hace rato.

Sus manos se movían por mis pechos, apretando, jugando con la fuerza. Su boca se acercó a uno de ellos, y succionó mi pesón con fuerza, causando una sensación de dolor y placer a la vez.
Quería pegarle, patalear, x la sensacion tan enloquecedora que me generaba su boca en mis pechos bien formados, pero no podía pensar en otra cosa q no fuera "no dejes de hacerlo".

Sueno como una puta, ya sé.
Pero todas las mujeres sabemos lo lindo q es sentirse deseada y poseída, aunque sea una vez

Me levanté, ya no podía mas con la tortura.
Me miré al espejo, casi vomito por la apariencia de mi cara. Pero me pareció bien q se diera cuenta lo q sus encantos hacían conmigo, arrancandome el sueño. Marcando las ojeras en mi rostro. Tan angel y tan demonio! Tan mío!

No me molesté en arreglarme ni un poco. Salí de la casa, el sol ya se habia empezado a ocultar. Lo unico que separaba su casa de la mía era un campo sin dueño, el cual habiamos ocupado varias veces, un campo que al rodearlo habia q caminar tres cuadras nada mas, hasta llegar a su morada. El hogar de la bestia en llamas.

Caminé a paso apresurado, mi respiración agitada por la presipitacion de la situación!

Golpeé la puerta de madera, esperando no hubiera nadie salvo él. Unos minutos despues, se escucharon pasos por el pasillo. Sentí un cosquilleo

La puerta se abrió. Su pelo marrón se exparcía sobre sus ojos tambien marrones, su mandíbula marcada, su pecho subiendo y bajando, como si hubiera corrido.

-hay alguien en casa? -pregunté, moviendo mis pies nerviosamente

-emmm...- se detuvo un segundo. Sus ojos reflejaban ternura, inosencia, pero yo veía en el fondo su anhelo, su deseo y su fuego-. Noup- contestó al fin.

Y eso fue todo lo q tenía q decir para hacerme perder el control q había impuesto a la fuerza sobre mí.
Me lancé sobre él como una fiera, como una cazadora a su presa, pero sabía q pronto la presa sería cazadora, y la cazadora víctima, poseción

Mis labios y los suyos se entrelazaron lanzando un mar de chispas por mi estómago, bajando a mi entrepierna. Sus manos, antes quietas, ahora se encontraban en mi cuello, tirando de mi cabello hacia atras, obligandome a dejar mi cuello al descubierto. En cuanto sedí, se abalanzó a besar mi cuello, chupar y morder, mientras lo unico que yo podía hacer era aguantar los gemidos y clavar mis uñas en su pecho.

-Llevame a tu cuarto- le rogué. Él me miró con una sonrisa traviesa y me alzó, escaleras arriba, hacia su guarida. Ahí estaba esa mirada q tanto me encendía, esa de la cual me había enamorado. No del chico tímido y carismático, sino del despiadado, del dragon, el dominante. Todo un Gray