No sé cómo paso lo que tuvo que pasar. Simplemente ocurrió.
Algo despertó en mí desde muy temprano edad haciendo que mamá y papá se empezarán a preocupar de más.
A los siete años empecé a notar este cambio radical que poco a poco fue cambiando mi vida. Los adultos ponían más atención sobre mí que en el resto de los niños de mi edad, sobre protegiéndome, cuidándome e incluso festejando cada uno de los insignificantes logros que obtenía a lo largo de mi crecimiento. Fue con el paso del tiempo que ni si quiera entendía que era lo que pasaba, y como era que los adultos me cuidaban a tal modo que convivir con más niños de mi edad era un “peligro", o al menos eso era lo que mencionaba nuestra vecina de enfrente, Abigail una señora de unos cuarenta y tantos años que siempre cuidaba gatos ajenos.
Pero centrándonos en el punto principal, solo existía una respuesta para ese tipo de comportamientos que tenían los adultos sobre mí, y era nada más y nada menos que.
Déficit de atención.
Fue un largo proceso por el que tuve que pasar. Siendo franca los últimos años de mi desarrollo y crecimiento son los que menos recuerdo.
A excepción de la vez que le rompí la nariz a Olivia, una ex compañera del colegio recuerdo que tuvieron que llamar a mi madre diciéndole que yo era una “niña problema”.
Le había roto la nariz con la puerta del baño, ella había dicho algo vergonzoso sobre mi amigo Demián y yo me moleste tanto que le cerré la puerta en su cara, así fue como le cause una hemorragia.
Vaya que recuerdos.
Con el paso del tiempo los problemas aumentaban y sobre todo en mí, algunos especialistas y médicos se preocupaban por mi caso.
Decían que quizás podría tener algún tipo de retraso o problemas de aprendizaje ya que nunca hablaba con mis padres, ni con maestros o con los adultos. Lo cual era preocupante.
Estuve con algunos especialistas para que revisaran mi caso, pero siempre habían falsas esperanzas sobre mí.
Pasando algunos años poco a poco me fui familiarizando con algunas personas, aunque no con todas.
Debo decir que los rumores sobre mí crecían y en otras veces las personas perdían el interés sobre mí y dejaba de ser el tema de conversación para muchas personas.
Aunque eso no quitaba que fuera la niña prodigio del pueblo.
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Asher
Teen FictionAl parecer no era la única niña que tenia ese tipo de problemas. Habían más como ella. Tuvo que aprender a adaptarse a un mundo en el que no pertenencia, había algo extraño en ella que en otros niños de su edad no tenían. Siendo así que por primera...