Llegar a ese hospital es entrar en un mundo pulcro y blanco donde los médicos resaltan por el color fosforescente de su uniforme, eso hacer sonreír a Mía. Ama los colores fosforescentes. Luego de pasar por el médico, Mía sale del consultorio camina por el pasillo y no deja de mirar a un anciano en silla de ruedas lo que causa que se choque y caiga sobre un chico. -Ah que hermoso es- piensa.
-Perdón fue mi culpa.- dice Mía sin dejar de mirarlo
-No yo no te ví- Mía nota que el chico en el que acaba de caer encima tiene los ojos mas lindos de todos. Son esmeralda. Y su pelo es marrón claro. No puede apartar su vista de él, ni él de ella lo que hace que Mía se sonrroje.- Soy William, pero me dicen Will.- y extiende su mano.
- Mía, ese es mi nombre... Sí, Mía.- Sabe que ha puesto cara de estúpida pero en ese momento todo deja de importar hasta que...
-Permiso jóvenes.- dice una enfermera con un niño en silla de ruedas. Mía y Will han chocado en medio del pasillo. Era obvio que iba a pasar tarde o temprano. Ambos se separan y Mía decide alejarse un poco.
-No te vallas aún.- ¿es un sueño o es la vida real? El chico mas guapo que ha visto en su vida no quiere que se vaya de su lado. Ella desearía besar sus carnosos labios a pesar de que apenas lo ha conocido ella esta apunto de hablar y escucha su nombre. No es Will está muy cerca como para sonar de esa forma. Es su mamá. Solo dice adiós con la mano y sale corriendo sonriente y emocionada. Más que nunca. Camino a casa se imagina como es que hubiera sido si se hubiera quedado. Cuando llega va directo a su habitación cierra la puerta y suspira. Como le gustaríapoder volver a verlo por arte del destino. Entonces la desconcentgustaríapoderde su puerta. ¿Quién será? Abren la puerta. Es Honey.
- Hola, vecina. -dice con una sonrisa de oreja a oreja. Honey es hermosa. Tiene el cabello largoby liso, siempre usa un lazo a manera de bincha, tiene un cuerpo de diosa y es súper tierna. Ella pegaría genial con alguien como Will. Pero cuando su sonrisa se torna algo picara sabe que es tarde para Will, alguien le gusta.
-¿Como se llama?- dice Mía al tiempo que da palmaditas en la cama para que Honey se siente frente a ella. La chica de pelo liso obedece y se sienta.
-Ron - y suelta un suspiro. Mía ya no puede mas y suelta una carcajada a lo grande.
-¡Que nombre tan raro!- Honey la mira con una cara de pocos amigos. Obviamente a ella no le hace gracia que se burlen del chico que le gusta.
-El nombre es lo de menos. -Dice a la defensiva. -Él es especial lo se. De hecho, no quieres venir conmigo, me voy a encontrar con él y sus amigos por aquí cerca, anda ¿te animas?-
-Ash ok, solo lo hago porque tu me lo pide. Eres