3 >> Bienvenida a casa.

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"—Hasta el mejor sueño puede convertirse en la peor pesadilla."

Mis manos se apoyaban en el frío suelo de cemento, me incorpore para quedar de pie e intentar poder aclarar la visibilidad entre la obscuridad, mis fosas nasales atraparon un horrible olor a cigarrillo y alcohol, demasiado fuerte a lo ordinario. Camine entre la obscuridad, guiandome con mi tacto colocando las manos hacia enfrente, mis piernas dieron con algo duro y tuve que doblarme un poco hacia abajo para no caer.

"—Mierda— gruñí, mientras tocaba la cosa con la que me había golpeado, era fría, por lo que veía era una pequeña mesa y tenia pedazos de papel encima."

"—Bienvenida a casa, dulzura. —brinque hacia enfrente, chocando con aquella mesa y cayendo a un lado. Mi pulso aumento y sentí mi corazón acelerarse mientras mi respiración se paraba. Se escuchó una fuerte carcajada en aquel silencio."

"—¿Quien eres?—intente calmarme un poco, pero mi voz me delataba sin querer."

Sus pasos resonaron por aquel lugar, y mi vista se empezaba a aclarar, pero aun así no tenía ni la menor idea de donde me encontraba. La sombra de aquel hombre se acercaba lentamente a mi, me quede inmóvil con el miedo de si llegara a moverme podría pasar algo."

"—¿Sabes cuanto espere por esto?"—pregunto llegando hacia mi. Su altura era notable desde donde estaba, su cabello al parecer estaba un poco largo a como se podía notar en la obscuridad."

"—¿Esperar que?—pregunte un poco extrañada, no le conocía."

"—Esperarte a ti.—su altura disminuyo cuando el se agacho hacia donde me encontraba, se acerco un poco hasta quedar de frente. Sus ojos me estudiaban, su rostro estaba adornado por un ceño entre sus ojos verdes, su lengua paso por sus labios para después sonreír.—Comienza el juego, amor."

Se puso de pie y camino hacia el fondo sin mas. Me levante dispuesta a investigar donde me encontraba y quien era el, mi pie se enredo con algo en el suelo y caí de nuevo.

"—¿Pero que...?"

"—Hayne.—gruño aquella voz. Mis ojos se abrieron y mi ritmo cardiaco aumento, me levante de prisa y comence a tocar todo con mis manos para guiarme.—no maldita, no te iras esta vez."

"—Déjame.—mi voz se estaba quebrando y se hacia notar por el temblor de mi voz.—¡déjame en paz!"

"—Eres una perra asesina.—mi vista se comenzaba a aclarar, mire a mi alrededor y me di cuentan que era el pequeño cuarto que Drew rentaba."

"—No, no lo soy.— negué con lo cabeza varias veces.—y tu, tu estas muerto."

"—Claro que lo estoy, tu me mataste, estúpida.—el se levantó del suelo, su camiseta sucia tenia sangre esparcida en ella, sangre de la cual yo fui la culpable. Mis pies dieron pasos atrás, preparandome para echar a correr, el se abalanzo hacia mi y yo corrí a lo que fue mi habitación, cerré la puerta y busque un citio para ocultarme. "

La cama.

Me eche hacia abajo, con un poco de cuidado para no golpearme y me arrastre hacia atrás para quedar mas al fondo.

"—¿Quieres jugar a las escondidas?— río—no puedes esconderte de mi."

Sus botas se miraban por debajo, la puerta del closet se abrió de un fuerte golpe y el bufo con desagrado.

"—Tienes que saber cambiar tu escondite.—me tomo de golpe de mi pie, comencé a patalear y lloriquear. Miles de miedos me atormentaban.—estate quieta, joder."

Uno de mis pies le dio en el rostro y el llevo sus manos hacia el lugar dañado. Gatee hasta salir por completo de abajo de la cama y corrí hacia la habitación principal, la adrenalina estaba por todo mi cuerpo y no había manera de parar.

"—No corras de mi, perra.-sus pasos sonaban detrás de mi, las lágrimas aun corrían de mis ojos."

Lo tome, ¿lo haría de nuevo?

Me tomo del brazo con fuerza y me giro, mi brazo se levanto y la navaja se clavo en su estómago. Su cuerpo cayo frente a mi, ya sin vida.

Unos aplausos resonaron en la habitación, el chico de hace rato se encontraba sentado en uno de los sofás rotos, su pie derecho se recargaba en su rodilla izquierda, podía ver con claridad sus rizos que caían por sus hombros, vestía de un traje negro pero jamas perdía el glamour en el, sus dedos adornaban por anillos en el, sus ojos verdes me miraban divertido y mantenía una sonrisa en sus labios, como si esto se tratara de un show de teatro.

"—Estas condenada hasta el cuello, preciosa."

Trapped in dreams| H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora