31. ¿Te quedas a dormir?

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Jihyo decidió utilizar un vestido color crema holgado. No se colocó muchas joyas, después de todo, era una reunión de trabajo normal. La presidenta de la clase trataba de minimizar todo lo relacionado con la reunión, porque la verdad era que, no podía creer que su entrevista de trabajo fuera para cumplir su sueño de toda la vida.

La chica no estaba pasando por un momento emocional bueno. Las cosas con Momo se volvían cada día un poco más difíciles. Era obvio que se estaban alejando y seguirá ocurriendo si no hacen algo. Pero Jihyo sabía que no era momento para preocuparse de eso. Iba a tener ese trabajo sí o sí.

La entrevista era a las 5 de la tarde, en el bar de uno de los hoteles adinerados del centro. Jihyo llegó a las 4:45 y entró al bar esperando encontrarse con alguien que la reconociera. La chica se sentó en una de las sillas que rodeaba la barra de alerce que tenía frente a ella. La madera estaba elegantemente tapizada.

-Es alerce – la voz de una mujer sonó detrás de ella - ¿Park Jihyo?

-Si.

-Tzuyu – la chica alta le tendió la mano y Jihyo no pudo evitar pensar que, la chica que tenía frente a ella le sacaba por lo bajo 15 centímetros de diferencia – soy la abogada de la empresa.

-Lo siento, solo... tú... eres muy alta – Tzuyu comenzó a reírse y la piel de la futura cantante se erizó por completo.

-Creo que es primera vez que me lo dicen tan directo.

-No te quería ofender. Maldita sea, siempre arruino estas cosas. Estoy nerviosa.

-No tienes porque estarlo. ¿Me puedo sentar?

-Obvio ¿Qué bebes? – Tzuyu realmente estaba sorprendida con Jihyo. Era una chica completamente desinhibida, graciosa y hermosa.

-Una cerveza, muero de calor.

-Una cerveza y un tequila margarita por favor.

-No dejas de sorprenderme – Jihyo respondió con una sonrisa y Tzuyu sintió como la garganta se le secaba.

-¿De donde eres? Tu acento no es de Seúl.

-Soy Taiwanesa.

-¿En serio? Increíble.

-¿Qué es lo increíble?

-Nunca había conocido una taiwanesa. ¿Cómo es Taiwán? – en ese momento Tzuyu se dio cuenta de que esto no sería una entrevista de trabajo. Se sentía tan bien con esa chica al lado que no le importaba si esto terminaba en una pequeña cita. Después de todo, hace mucho que no tenía una.

Las chicas conversaron alrededor de 4 horas seguidas. El tiempo parecía no importarle a ninguna de las dos. Los tragos tan bien iban y venían. Jihyo se sorprendió de la habilidad para beber que tenía Tzuyu. La taiwanesa no se emborrachó, hasta beber 8 cervezas.

Dejaron el hotel a eso de las 9:30 de la noche. Tzuyu le dijo que no se preocupara por la entrevista, que ella llenaría los papeles y que, la conversación que tuvieron en el bar la ayudaría a tomar decisiones a la hora de llenar el papeleo. Jihyo le agradeció con un abrazo.

Por una de las calles del centro de Seúl. Momo manejaba su auto en dirección a la casa de Mina. La chica le repitió toda la tarde, que Chaeyoung estaría en la casa.

-Mina, llegamos, despierta.

-Déjame en paz Hirai.

-Maldita imbécil, estás en mi auto y estamos afuera de tu edificio – Mina abrió los ojos.

-Estoy borracha.

-No me digas.

-Subiré – la chica se bajó del auto – gracias por venir a dejarme.

Together but not mixedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora