El cuerpo de profesores era un chiste para Tōya; una jodida mierda compartir el espacio con ese grupo de arpías, doble cara, sin moral. Carentes de cualquier principio fundamental. Una bola de ineptos sin vocación, inmaduros con el iq de una papa hervida. Eran así de flojos, que en el recreo se encerraban en la sala de profesores a llenarse la boca de mierda, hablando mal de los alumnos con las montañas de tareas sin calificar a sus espaldas.
Imbéciles irresponsables.
Lo que más le fastidiaba era que ocuparan parte de su escritorio para almacenar lo que por días no recogerían hasta que termine el bimestre. Si ellos no lo recogían, él no tenía donde poner las toneladas de tarea que asignaría a sus alumnos para el descanso de fin de año, además, empezó a preparar los exámenes para que no tuvieran tiempo para pensar en tonterías de adolescentes.
Se levantó para ir por más café y uno de esos imbéciles se le acercó con la misma intención.
—Todoroki-sensei, disculpe. Quería comentarle, de nuevo, que uno de sus alumnos está molestando a uno de mis alumnos... De nuevo.
Él lo miró, fastidiado por la redundancia. Se sentía exhausto de escuchar la misma mierda.
—¿Y...?
—¿Es mucho pedir que hable con su alumno?
—Sí, lo es —se sirvió del líquido en su taza y lo que sobró lo vació en el lavado ante la mirada incrédula del profesor Takami—. ¿Quién es ese alumno y a quién dice que molesta?
—Chisaki de 1B a Togata de 3A.
—Imposible —bufó con gracia, bebiendo de la taza—. Si fuera él, yo también molestaría a ese niño malcriado de Togata Mirio y me preocuparía en avispar a mis alumnos que a molestar a otro profesor por un tema que no puedo resolver por mí mismo.
Sus palabras fueron suficientes para callar a Takami. Bebió café de un buen trago y fue por sus materiales al escritorio antes de salir de la sala. En cinco minutos sonaría la campana que finaliza con el recreo y a él le fascina estar en el salón, listo para fastidiar a los alumnos que entran un minuto tarde.
Se dirigió con calma a la clase; precisamente le correspondía con 1B y como costumbre, su alumno predilecto estaba en el asiento asignado con su forma tan pulcra para vestir, los lentes de montura posados en el arco de su nariz perfecta y esa mirada cobriza perdida siempre en la ventana.
Dejó el material en la catedra y caminó hacia Chisaki.
—¿Qué piensas? —preguntó, sentándose en el escritorio de enfrente. El menor se encogió de hombros sin despegar la mirada de una nube que veía pasar.
—Nada en particular.
—¿Es así? —no respondió—. ¿Me puedes contar qué sucede entre tú y Togata Mirio?
Volvió a probar suerte, recibiendo la misma respuesta aburrida como todas las veces.
—Nada en particular.
Lo comprendía.
Chisaki era un niño cauteloso y distante. Intentar conversar con él resultaba frustrante por lo que siempre se encontraba solo, manteniéndose al margen para no llamar la atención y permanecer tranquilo. Existían rumores de su familia como miembros de los Yakuza, pero él no los creía. Chisaki era educado y con buen porte. Un señorito en toda la expresión, logrando cautivarlo y despertar una gran curiosidad hacia él.
La campana repiqueteó, finalizando con el recreo. Volvió a la catedra y por un segundo sintió la mirada de Kai posarse sobre él —a lo mejor eran fantasías suyas—, mientras los demás alumnos ingresaron apresurados al salón de clase.
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Peculiar | DabiHaul
Fanfiction[Mini fic] Kai es un estudiante de preparatoria bastante peculiar y el profesor Todoroki es quien cede ante el enigma de su encanto. » quirkless school!au. ooc. » age difference: Kai 17; Tōya 27. » Credits a Kohei Horikoshi. Bnha.