Ocho años. Ocho años exactamente habían pasado y la verdad, de los mejores. Ya hacía tiempo, Jimin y Jungkook habían contraído matrimonio, después de tres años en matrimonio dieron el gran paso de tener un bebito. Y ese bebito tiene por nombre, Min-Jung. Una pequeña niña de un año, casi dos, el significado de su es una combinación de inteligente y noble.
Ahora, Jimin es un adulto y padre de familia. Jungkook es un padre de familia y con aún, su trabajo en la preparatoria.
En unas semanas, la pequeña Junnie, cumple años, dos años. También, estaban en la disputa de saber si hacer solo una pequeña fiesta o hacer una gran fiesta. Pero vamos, todos sabemos que va a ganar Jimin, después de todo el es papá favorito.
- Entonces, ¿Una grande o chiquita?, Es difícil. Es duro, no puedo meterlo a mi boca. - hizo un gesto con su mano.
- ¿Seguimos hablando de los globos? - ese fue Jungkook.
- ¡JUNGKOOK!
- Perdón, tú dijiste que no lo podías meter a tu boca, y hiciste eso con tu mano. Ayuda, se me paró el pipí. - dijo eso y corrió a el baño, ya saben, cosas de adultos.
- Marrano. - ese fue Taehyung, quien también ayuda con la fiesta.
- ¿Ya terminaste?
- ¿Que?
- Taehyung, ya terminaste la mesa, por eso viniste aquí. ¿No?
- Ah, la mesa, claro, aún no la terminó, pero me duelen las manos y pensé en descansar. Deberías hacerlo también tú, te ves cansado. Además, la fiesta es en dos semanas, está bien. - se sentó en el piso.
- Lo sé, solo que, es el cumpleaños de Junnie, y ya sabes cómo soy yo. - tomó asiento junto a Taehyung.
- Pero está bien, Junnie cumple en dos semanas, tenemos tiempo aún, ve a descansar, guardaré todo y me iré. - se levantó empezando a guardar las cosas.
- Gracias, Tae. - se levantó eh entró a la casa.
Cuando entro fue directo a su habitación, la cuál compartía con Jungkook (quien estaba en el baño), decidió que iba dormir así que se puso ropa cómoda. Unos shorts negros y una playera de su esposo. Se adentro a la cama y callo rendido.
Después de un rato, Taehyung ya se había ido, Jungkook ya había salido de el baño y ahora estaba en la cocina. Estaba preparando algo de cenar para el y Jimin, Junnie estaba con sus abuelos y regresaría justo el día de su cumpleaños pero en la madrugada.
Llevo el plato consigo hasta la habitación, cuando entro encontró a Jimin acostado en su teléfono. Dejo el plato en la mesa de noche y se acostó entré sus piernas y recostó su cabeza en uno de los muslos de el contrario. Jimin comenzó a dar caricias en su cabello sin dejar su teléfono, no fue así hasta que Jungkook se lo arrebato.
- ¡Hey!
- ¿Que ves?
- Estoy hablando con Taehyung.
- No me parece eso, estabas en Instagram.
- Pero-
- ¿Acaso me estás engañando?
- Hay Jungkook, báñate. - le metió un golpe en la cabeza.
- Ya, ya, solo bromeaba. - devolvió el teléfono y comenzó a dejar pequeños besos en el abdomen de su pareja.
- Deja, no hagas eso, me causa cosquillas. - lo miró sobre el teléfono.
- Mmm, no quiero. - dejó un beso muy duradero en el mismo lugar.
- J-Jeon basta.
- No quiero.
- Bas- ah~
Jungkook comenzó a dar besos un poco más abajo de el abdomen, dejo una marca que pronto se volvería morada. Miró a Jimin quién, ya no tenía su teléfono y estaba con los ojos cerrados y su cabello revuelto.
- Te ves tierno. - beso su ombligo.
- Jeon, basta, no lo hagas más.
- ¿Y que si no quiero?
- Abstinencia.
- Mmm, no me importa.
- ¿Seguro?
- Segurito, segurito.
- De acuerdo, quítate de ensima. - intento quitarlo.
- No.
- Ahora, quítate, no estoy jugando.
- No.
- Jeon.
- Jeon.
- No soy Jeon, soy Park, quítate.
- Bien, señor Park, no me voy a quitar hasta que me de un beso.
- No te daré nada.
- No me quitaré.
- Quítate.
- No hay beso, no me quito.
- Un beso, solo uno.
- Solo uno.
Jungkook junto sus labios con los ajenos, el beso fue lento y bonito. Sus lenguas se encontraron y comenzaron una guerra, Jimin, tomó de la nuca a el contrario y lo atrajo a su cuerpo, sus piernas estaban en la cintura de Jungkook. El sonido de sus labios, era lo único en esa habitación. Se separon por falta de aire y un hilo de saliva quedó entre ellos.
- Dijiste que sería uno chiquito. - se quejó Jimin.
- Nunca dije que tan chiquito. - besó sus labios de nuevo.
- Te odio.
- Me amas.
- Tienes razón, te amo.
- También te amo.
Y esa fue otra de esas noches, dónde se entregaban cuerpo, alma y ser a el otro. No importa cuánto tiempo pasé, ellos se amarán hasta no dar más. Si bien, tienen sus peleas, sus diferencias, pero nada que no se pueda arreglar con mucho cariño y hablando, obviamente.
Eran una pareja de un maestro y un alumno, típico de Netflix. Pero, no era así, ósea sí, pero no. Jimin y Jungkook, pese a la diferencia de edad, se entendían demaciado bien. Se complementaban uno y otro, eran tal para cuál. Cómo quien dice, para el amor no hay edad.
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Hey! Espero les guste mucho está segunda temporada de 'Halloween' Los quiero. ♡
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