I

332 39 24
                                    

" todo comenzó tan aleatorio, como una tarde fría de otoño había vuelto mi día lleno de temblores por los aires fríos de la ciudad de los santos, dando consigo la cercanía del invierno en esas épocas tan banales y tan perdidas, solitarias. nunca supe porqué, el como el giro drástico de mi ya de por sí ocupada y peligrosa vida, me lanzaba a un reto tan grande como lo era él.

gustabo garcía.

oh, gustabo garcía.

aquella piel lechosa, blanca y pura, sus labios quebrados, pero dulces y rosados, levemente pálidos por el frío. su delgado cuerpo, casi idéntico al de una chica por aquellas curvas y aquella musculatura, que a pesar de ser delgado, tenía cierta robustez que fascinaba a cualquiera.

y esos ojos.

supongo que esto es considerada como mi perdición. aquellos ojos azules que simplemente tenían un brillo tan perverso. lujurioso, el toque perfecto que me hizo suspirar la primera vez que lo ví. oh, estaba tan maravillado, que nunca me cansaría de mirarlos.

gustabo garcía era perfecto.

¿no?

oh, pero detrás de toda esa perfección, ¿quien lo diría? "nunca juzgues un libro por su portada" cada hoja arrugada, que con el tiempo se tornaba levemente rota, oh, cada vez que repasé con mis ásperos dedos a la hora de conocerte, cada vez sentía el miedo recorrer mi ser, el peligro... la excitación de estar completamente expuesto ante ti y lo que eras capaz. de lo que podías hacer... hacerme. oh, cariño mío. oh, dulce pecado, tan exquisito, tan banal, una sensación tan etérea, tan magistral que me hizo estar tan embobado contigo, ¿habías sido tú realmente quién cayó ante mí? ¿no habré sido yo el estúpido corderito, corriendo por las praderas, sin saber que caería a la boca del lobo?

no fui consciente hasta que me di cuenta al final, estando de pie, observandote arrodillado de aquella forma tan grotesca sobre un cadáver mientras lo follabas, profanando el pobre cuerpo sin vida.

no sentí asco. en absoluto.

sin embargo, sabes que tuve que hacer lo correcto. dejarte ir por tu bien, por el nuestro. porque tú más que nadie, sabes lo que siento. porque te dije en dulces susurros aquellas noches variadas, compartiendo contigo lo más íntimo de mi, la desnudez de mi alma todos mis sentimientos; cuando sentía tus manos acariciar mis pómulos y como ronroneabas ante la imagen que yo te daba, y no podía hacer más que caer rendido ante tu tacto.

pero ahora estabas encerrado. máxima seguridad, dónde todos tus movimientos eran altamente controlados por profesionales. dónde te trataban como un verdadero psicópata. estudiaban tus movimientos, tus palabras, hasta tu forma de respirar, algo que no me esperaba demasiado, a decir verdad. sin embargo, pudo esperarme tu trato, ¿cuántos fueron los hombres que mataste? debieron ser varios conociéndote, eras un ser que aparentaba aquella pureza angelical, pero por dentro estaba podrido. al igual que yo.

espero estés divirtiéndote.

las cosas en comisaría no han cambiado, pero tengo a la prensa más cerca de mi por haberte atrapado. créeme, no estaba en mis planes que todo el mundo viera como te llevaran esposado. te lo puedo jurar, incluso casi me da pena. casi.

lamento si es un poco tarde, pero ya sabes, ser super intendente me hace un hombre ocupado.

disfruta lo que te queda de estadía, y espérame, te visitaré pronto.

⚊ j.c "

bloodline | intenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora