Inku se despertó muy temprano como todos los días, y cuando se despedía de su esposa le dijo:
Inku: Cariño, ¿Te importa quedarte con Woke?, Cuando sea hora del almuerzo puedes traerlo al río para comer juntos.
Sarah: Claro, me parece bien.
Inku: Hasta luego, nos vemos en el almuerzo.
Sarah: Cuídate, suerte cariño.
Inku salió de su casa y descendió la montaña hasta llegar al río, cuando estaba en este cogió su cesto para ver si podía recoger alguna pepita de oro.Hoy, nuestro amigo duende se puso a pensar en la situación que llevaban los pueblos, actualmente se encontraban en una guerra, y el Centro Unión era el punto dónde todos los reinos se juntaban, en este lugar se comerciaban muchas cosas de cada reino y la combinación de culturas hacían de este un lugar muy apreciado por todos los pueblos. Lastimosamente, por motivos de la guerra el Centro Unión dejo de ser el mismo, y ahora se considera un suicidio ir a ese lugar, esta plagado de bandas que solo buscar robar a los demás e inclusive matarlos y quedarse con partes de sus cuerpos, ya que estas partes de cuerpos muertos tienen un alto valor en el mercado negro. Entonces, ¿Cómo pretendían cuidar a una criatura en estás condiciones?, El mundo era muy hostil para una mente que recién se estaba formando.
Mientras y todas estos pensamientos se movían por la mente de Inku, se percató de que había una pepita en su cesto.Inku: Esto si que fue un golpe de suerte, parece que dentro de lo malo siempre habrá algo que rescatar.
Después de unas horas, Sarah llegó junto a Woke, habían preparado una ensalada de manzana y zanahoria, cabe destacar que los krones eran seres herbívoros, no comían ningún tipo de carne.
Mientras estaban comiendo, Sarah se percató de que Woke no estaba disfrutando tanto la comida como ellos.Sarah: Inku, ¿No te parece raro que no tenga tanto apetito?
Inku: No lo sé, talvez no tiene tanta hambre, aún no sabemos si le sentará bien o no.
Sarah: Es cierto, debemos dejar que se acostumbré el mismo a lo que le haga bien.Una vez terminaron, los tres volvieron juntos a casa, terminando la jornada de trabajo de Inku.
Sarah: Cariño...¿Tu crees que sea igual que él?
Inku: ¿A qué te refieres?
Sarah: Coco era nuestro duende, era igual que nosotros y sabíamos más de él.
Inku: Woke es diferente, tenemos que ser cuidadosos con él, aún no sabemos de qué raza es, pero aprenderemos a criarlo.
Sarah: No quiero que suceda lo mismo...
Inku: No pasará, confía en mí.Nuestra pareja de duendes fueron a acostar a Woke, y seguido de esto fueron ellos y de esta manera se terminaba otro día más, un día más de su nueva vida.