En un lugar desconocido, se podía apreciar la oscuridad la destrucción, cadáveres partes humanas y otras que parecían ser humanas pero no lo eran sangre, muerte, destrucción son las palabras que mejor definían este escenario, en el centro se podía ver a un ser parecido a una estatua muy brillante que a ojos de cualquiera parecía ser un ángel escupiendo sangre.
"¡Va-vas a pagar esta traición, DESGRACIADO!" dijo el ser que parecía un ángel a duras penas.
"¡Tú crees eso! porque yo no pienso igual!" diría otro ser que parecía del tamaño de un humano adulto, de apariencia de escarabajo. Tenía un par de largos cuernos que se inclinaban hacia el frente, dos pares de alas insectoides con una coraza dura protegiéndolas. Todo su cuerpo parece ser de color café con armadura con detalles y matices de color púrpura, y decoraciones ornamentales características, como la tapicería de oro a lo largo de su "corona", una joya vertical roja en la frente, así como protectores para los brazos y piernas de oro.
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"¡Osas decir eso sabiendo lo que hiciste, ASQUEROSO TRAIDOR!" grito el ser ángel.
"¡Porque éramos hermanos te dije que no lo hicieras, te dije que olvidaras ese oscuro deseo que te carcome!" respondió el ser escarabajo.
"¡De que me hablas bastardo traidor por los patéticos humanos nos traicionaste, a mi tu hermano de sangre y a toda tu raza!" diría el ser angelical escupiendo más sangre.
"¡Bueno por lo menos yo hice algo que podría expiar mis pecados, pero ya basta de alargar esto!" el ser escarabajo se elevaría por los aires juntando sus manos generaría una gran bola de fuego, "¡toma y muere!" Grito para lanzar la bola que en el trayecto se convirtió en un dragón.
"¡Nooooo, desgraciado me las vas a pagaaaaaaaar!" Grito el ser con todas sus fuerzas antes de que el ataque le diera de lleno para aceptar la muerte, el ser escarabajo caería del cielo respirando pesadamente mientras caía de rodillas consecuencia del agotamiento. El ser de un momento a otro cambiaría su forma para verse como un ser humano.
"¡Ya terminaste eh!" Se escuchó una nueva voz, el hombre se colocaría de pie para ver a la dueña de dicha voz, al acercarse se vería que era una anciana que a la vista de cualquiera diría que ya estaba en sus últimos días, pero aun peor se veía claramente que no tenía visión.
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