Entré, me aseguré de que no había nadie y cerré la puerta con llave. Me metí las llaves en el bolsillo delantero de mis tejanos rotos y me senté en la esquina. Como siempre el aula E27 estaba vacia.
Saqué el paquete de tabaco que llevaba en la chupa y busque el mechero.
¿Donde coño he dejado el puto mechero? Llevo todo la mañana sin fumar y estoy de muy mala leche. Tiene que estar, recuerdo perfectamente que esta mañana lo deje en mi bolsillo izquierdo. Puede que este aquí o aquí...
Vale, joder, me va a dar algo, no está en ningún bolsillo. Encima es el que me regalo Ariadna. Hostia puta es que me lo han robado fijo, cada vez odio mas este estupido instituto. Me las pagaran estos hijos de puta.
Pero antes, fumar un piti es mi prioridad máxima. Tienen que haber cerillas en esta clase, al fin y al cabo era un laboratorio. Me levanto y rebusco entre los cajones, nada.
A lo mejor en el armario hay. Nunca lo he abierto y eso que vengo cada dia. Bah, no tiene nada de especial dos batas, un par de frascos y un espejo. Me veo reflectado en él. ¿Seguro que me queda bien el pircing que me hice ayer en la nariz? Es un aro plateado muy fino y pequeño, lo tengo el borde de la fosa izquieda, por lo que no se nota mucho pero aun así no estoy seguro. Aunque lleve estas pintas en el fondo sigo siendo el incomprendido o mas bien el invisible de Samu. Hace un año nunca hubiera imaginado que me saltaria clases para fumar a escondidas.