𝓣𝓱𝓮 𝓷𝓲𝓰𝓱𝓽 𝓸𝓯 𝓪 𝓛𝓾𝓼𝓽 𝓭𝓮𝓶𝓸𝓷 𝓪𝓷𝓭 𝓪 𝓢𝓬𝓱𝓸𝓸𝓵 𝓼𝓱𝓸𝓸𝓽~

Capítulo Único

Lean la descripción antes de leer y ya digo lo siguiente; Funenme, cancelenme, doxxeenme, etc.

Dio un suspiro algo cansado, para luego, con algo de desgano, tomar un sorbo de la copa que llevaba sujetando desde hace un rato. Si se lo preguntan sí, estaba en un bar, y de aquellos que suelen ser los más frecuentados de la ciudad. Muchos se preguntarían ¿Qué podría hacer una imagen pública y tan reconocida como él ahí? Aunque eso, de cierta forma, no era algo que a alguien de ahí le interesará realmente.

No, no estaba pasando por uno de sus mejores días que digamos, pero ¿Quién podría estarlo en su situación? Alguien que su novia, a la cual aún seguía amando, le acababa de dar un fin a la linda y bella relación, según él, que llevaban desde hace mucho tiempo. Obviamente esto le estaba afectando mucho por la razón de que había sido algo muy repentino de parte de aquella chica conejo, quién, no dudo ni un segundo en dar fin a algo que los dos habían construido juntos todo este tiempo.

Al ser algo difícil de sobrellevar, al menos para él y para cualquiera realmente, y también al no saber a donde acudir hizo que ahora se hubiera tenido que refugiar en ese lugar. Realmente aquel bar no era uno malo, si no era uno muy elegante para su parecer. De vez en cuando le dedicaba pequeñas miradas a las paredes, adornos, sillas, mesas, entre otras cosas más de ese lugar.─Demasiado elegante para ser un simple bar─. Pensaba algo desganado mientras aún seguía recorriendo el sitio con su mirada.

Así estuvo por un tiempo, analizando el lugar mientras daba pequeños sorbos a su bebida. Hasta que hubo un momento que su mirada terminó cayendo en un pequeño grupo de jóvenes que estaban en una mesa no tan alejada de donde se encontraba él, estos lucían ser de su edad aproximadamente. Los estuvo mirando a cada uno de ellos, con cierto detenimiento en su mirar sin perder la discreción en ningún momento, hasta que sus ojos se posaron en una cabellera pelirroja. Por alguna extraña razón que desconocía no podía evitar sentirse algo...¿extraño? al ver a aquel joven pelirrojo.

Había algo en aquel desconocido que le atraía demasiado, algo que hacía que no pudiera dejarlo de mirar. Por un momento pensó que se había quedado hipnotizado con ese desconocido, logró con algo de sobre esfuerzo voltear su mirar hacia aquella copa que llevaba sosteniendo desde hace un buen rato. Simplemente decidió olvidar lo que había pasado hace unos segundos y concentrarse en lo que estaba haciendo. Aunque había algo que no podía dejar pasar en alto y eso era más bien una pregunta...¿Cómo hizo ese tipo hacer que se olvide, por un momento, todo lo que estaba pasando?

Pequeños suspiros y algunos jadeos eran lo único que podía soltar de sus labios en ese momento. ¿Cómo había podido terminar en esa situación? Ni siquiera él lo sabía con exactitud, su mente se nublaba cada que sentía como esos cálidos húmedos besos que su contrario repartía en todo su descubierto pecho. Temblaba y soltaba algunos leves gemidos casi inaudibles de vez en cuando por el choque que había entre el cálido contacto que tenían aquellos besos en su frío cuerpo. Sentía sus mejillas arder por el simple hecho de que aquella situación en la que estaba se sentía bien, jodidamente bien, y eso era un gran problema para él.

Al estar hundido en el placer puro que su acompañante le hacía sentir, se había puesto en un papel muy sumiso (más de lo que él quisiera estar) apenas podía respirar correctamente y seguirle, torpemente, el ritmo a su pareja de esta noche. ¿Y en dónde se encontraba ahora mismo? La verdad ni él lo sabía realmente, lo único que sabía que era una habitación de un hotel y ya, nada fuera de lo común para él. Si es que no estuviera en la situación que estaba, claro.

Sus leves pensamientos fueron interrumpidos al darse cuenta de que su acompañante comenzó a besarlo, el beso era uno calmado y apasionado, parecía que no tenía prisa aún, supuso correspondiendo torpemente a aquella acción teniendo aquellas cálidas manos de aquel desconocido en sus caderas.─"¿Acaso este es el mismísimo paraíso?"─.apenas pudo pensar eso al sentir como el contrario comenzó a dar más profundidad al beso que se estaban dando, prefería no pensar mucho o si no se sentiría más sumiso al no hacer mucho y simplemente dejarse llevar por ese pelirrojo desconocido.

Intentó llevar un poco la iniciativa al comenzar una pequeña batalla entre sus besos que se daban, batalla que ganó aquel, aún, extraño cuando él se separó por falta de oxígeno, estaba pensando seriamente en desactivar la respiración automática. Su acompañante sonrió levemente al ver el desastre que había causado en él, comenzó a desplazarlo entre cortos besos y suaves caricias hasta la cama de aquella lujosa habitación. Donde, una vez que llegó, recostó al de cabellos negros en ella, después de aquello le dedicó una pequeña mirada, notando que el antes mencionado mantenía un semblante lleno de sumidad en su rostro, haciéndole que el calor que llevaba y la desesperación por hacer "eso" con ese chico tan lindo, según él, creciera considerablemente por todo su cuerpo.

Si, le parecía lindo aquel chico, con el que hoy, sería su compañero de cama. ¿Cómo había llegado a esta situación con ese chico? La verdad es que ni siquiera le importaba del todo, lo único que podía hacer era agradecer a todos los dioses por dejarlo en el momento en el que estaba. Dejó sus pensamientos de lado y comenzó con lo que hoy sería una de las mejores anécdotas de las vidas de ambos. ¿Alguno de los dos se arrepentirá de esto? Probablemente, pero ahora ninguno de los dos estaba pensando con mucha claridad después de todo.

El de cabellos naranjas probablemente mañana tenga 58 llamadas perdidas de su asiática favorita y solo 1 mensaje de su mejor amigo, mientras que su contrario simplemente vuelva a su aburrida vida de soltero.

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Se los advertí, no me hago responsable de cancer de ojos (muy aparte de que es mi primera vez en escribir cosas "subidas de tono") bueno chao.

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Pd:

Wapo el Cesar.