Parte 1: BORRÓN Y PAÍS NUEVO.

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-    ¡NO, NO, NO Y NO!- grité.

-  Alison cariño entiende que no nos queda otra, a tu padre le han trasladado a Florida y tenemos que ir allí.- me dijo mi madre.

-      Pero mamá no podéis hacerme esto, no puedo dejar aquí todo y largarme, no con 17 años, no dejando aquí todo lo que tengo, no mamá!!- dije mientras mis ojos se encharcaban de lágrimas.

-          Lo siento Ali, nos iremos a finales de esta semana y no hay más que hablar. Despídete de tus amigos y empieza a recoger tus cosas.- dijo mi padre.


Estaba destrozada, no se como mis padres podían hacerme esto. Yo tenía todo en Londres, todos los recuerdos de mi vida estaban allí. Mis amigas... ¿Cómo les iba a decir a mis amigas que me iba? Dios, estos días iban a ser una completa pesadilla.


Empecé a empaquetar mis cosas y llamé a Mery y a Elisabeth, mis mejores amigas. Les conté todo lo ocurrido y pasamos como 2 horas llorando y comiendo chocolate sin parar.


-          Joder Ali, no se que vamos a hacer sin ti... Esto es una gran mierda.- dijo Mery.

-          ¿Se los has contado ya a Christian?- me preguntó Eli.


Christian era mi mejor amigo, desde siempre me había apoyado en todo, hasta cuando salía con Kyle, su mejor amigo y mi primer amor, siempre me había defendido en todo. Pero no sabía como decirle que me iba, que ya no pasaríamos más tardes hablando sobre todo mientras jugábamos con la Play. Él era la única persona que me podía animar después de haber pasado un día de mierda, y yo sabía que yo también era un gran apoyo para él.


-          No... no he podido hacerlo... pero luego le llamaré para quedar. Esto nos va a doler mucho...- dije con un dolor inmenso en los ojos.

-          Siempre vamos a estar aquí, nosotras y Christian siempre te vamos a apoyar en todo, no estés triste...- me dijo Eli, aunque la que estaba triste ahora era ella.


El día siguiente le mande un WhatsApp a Christian:

 ALIIIII:D :

Chris, tenemos que hablar. Es importante.

 CHRIS:)) :

Donde siempre a las 4. Estoy preocupado, no llegues tarde. Te quiero.


Bloqueé mi Iphone después de haber leído el mensaje de Christian. Eran las 3.30 y debía de prepararme e ir hasta el parque si no quería llegar tarde. Me puse los leggins negros, las vans y una sudadera verde azulada que me había regalado mi tía. Después simplemente peiné con el cepillo mi pelo negro y puse un poco de brillo a mis labios. Creo que nunca estuve lista del todo para decirle a Chris que me iba, pero al final cogí las llaves de casa y salí por la puerta.

 

-          Hola Ali.- me saludó, pero notaba en sus ojos que estaba muy preocupado por lo que le iba a decir.

-          Hola Chris...- Y no pude aguantar más mis lágrimas y lloré.


Él simplemente me abrazó por un largo rato, o eso me pareció a mí.


-          Alison, ¿Qué pasa?

-          Me voy Chris, me voy. A mi padre le trasladan a Florida. Y no he podido hacer nada... nos vamos en dos días. No quiero dejaros, pero no me queda otra... - le dije mientras un millón de lagrimas caían sobre mis mejillas rosadas.

Me abrazó tan fuerte que pude sentir el dolor que sentía por lo que le acaba de decir.

-          Joder enana, que sabes que te voy a echar mucho de menos... pero tranquila porque no te vas a librar de mis llamadas todas las semanas, y aunque esté aquí, si un idiota te hace daño nado todo el Atlántico para matarlo.- me dijo sin soltarme.

-          Te quiero tanto, no se que voy ha hacer sin mi mejor amigo en Florida.- le dije con una sonrisa triste.

-          ¿Te piensas que te vas a librar tan fácil de mí? ¡Iré a visitarte cuando pueda para que nos vayamos de fiesta!

-          Sabes que solo serás admitido en mi casa si llevas chocolate contigo hahahaha- le dije guiñándole un ojo.

Me sonrió, pero después se puso serio como si hubiese recordado algo que no le gustaba.

-          Suéltalo- le dije.

-          Veras, no es nada, pero... ¿No se lo piensas contar a Kyle?- me dijo esperando ver como reaccionaba.

-          ¿Qué? Ni de coña, no quiero saber nada de él.

-          Algún día tendréis que solucionarlo.

-          Sí, cuando no ame la comida y  sea rubia natural, idiota- le dije irónica

-          No cambiaras, por eso te quiero ahhahaa.

-          Y yo, tonto.


Aeropuerto de Londres, próxima parada Miami. Estaba triste y enfadada a la vez. Solo esperaba que todo eso fuese un mal sueño del que acabaría despertando, pero no fue así.

Después de más de 9 horas en el avión llegamos a nuestro destino. Tuve que admitir que aquello era absolutamente precioso, y el tiempo era espectacular. Después de llegar, mi padre, mi madre, mi hermano y yo cogimos un taxi. Mi hermano se llamaba Mark, tenía un año más que yo y estaba igual de contento que yo de estar en Florida.

Nuestra nueva casa era una mansión, y por qué mentir, era mucho mas bonita y espaciosa que la de Inglaterra. Encima, estaba en primera línea de playa, y las vistas eran espectaculares.

Acomodé todas mis cosas en mi habitación y, por último, preparé todas las cosas necesarias para el día siguiente. EL PRIMER DÍA EN UN INSTITUTO NUEVO.


Me levanté y me puse unos shorts y una camiseta de tirantes. Hacia mucho calor en ese sitio, ¡madre mía! Como era el primer día, mi hermano y yo cogimos en autobús para ir al instituto. Una vez allí, me dirigí hacia la oficina de información para que me diesen los papeles de las clases que tendría. El timbre, que significaba que llegaba tarde, sonó y en el pasillo no quedó ni un fantasma.


-          ¿Mates? Empezamos bien...- maldije para mi misma.

Cuando levante la vista había chocado contra algo, o más bien contra alguien.

-          Hey tu, pero ¿podrías mirar por donde vas?- me dijo un chico enfadado.

-          ¿Si? ¿Y me lo dice el imbécil que no me ha visto? Patético.- le dije con cara de asco.

-          No eres el centro del mundo, zorra.- me dijo con una expresión fría en la cara.

Me puse roja por el enfado, a mí nadie me llamaba zorra y menos ese niñato estadounidense. Le cogí del hombro y le di un puñetazo en la nariz.

-          ¡Jodete!- le dije riendo.


Quizás me habia pasado., pero ese niño con ojos verdes y piel perfec... Dios Ali ¡Callate! Simplemente tenía que dejar de pensar en ese idiota, y me fui para clase.



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