22: Hasta siempre ricitos

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Hace dos años...

NOLAN.

Jade y yo estábamos en el avión de camino a Chicago. Ella estaba super emocionada y no paraba de agradecerme lo que estaba haciendo por ella.

Después de aquella noche en la que nos conocimos y la prometí que cantaríamos juntos, regresé al hotel donde me hospedaba con mi padre y de alguna forma logré convencerlo de llevar con nosotros a Jade al primer concierto de la gira.

Mi padre fue a tratar de convencer a los padres de Jade y ellos no se lo pensaron mucho parecieron emocionados por que su hija pudiera cumplir su sueño y aceptaron enseguida que ella nos acompañara en el primer concierto de mi gira.

Los padres de Jade eran muy majos. Su padre era un hombre un poco rechonchete pelirrojo y con la cara llena de pecas y su madre era una mujer esbelta de pelo rubio y ojos verdes claros. Hacían una pareja adorable. El padre de Jade se llamaba Máximo y era panadero, su madre se llamaba María y era dentista.

Mi padre también les ofreció a ellos acompañarnos. Como era de esperar aceptaron. Todo por la felicidad de su hija, quien lo había pasado muy mal en esta vida.

En esta época creo que llegué a querer de nuevo a mi padre, claro que yo no sabía que todo esto lo hacía para sacar beneficios de la cara bonita de Jade y mi reciente encaprichamiento en ella. Él sabía de sobra que si una chica salía cantando conmigo en mi primer concierto todo el mundo empezaría a hablar de ello.

- Nolan - Jade no podía dejar de sonreír - ¿Crees que me encontrare en Chicago a algún famoso?

No pude evitar soltar una carcajada. Ella se enfadó conmigo y me golpeó en el brazo.

- Lo digo enserio – frunció el ceño e hizo un pucherito.

Me quedé mirándola con una sonrisa tonta en la cara. Coloqué un dedo en su ceño fruncido y lo presioné suavemente.

- Te pareces a una ardilla enfadada – dije y ella volvió a golpearme.

Me sacó el dedo índice y se dio la vuelta para ignórame. Aproveché ese momento para observarla con detención. Era tan guapa, tan perfecta. Era la viva imagen de un ángel.

No la había vuelto a besar desde aquella noche en el parque y la verdad es que me moría de ganas de volver a hacerlo.

JADE

Todo lo que me estaba pasando era demasiado bueno como para ser cierto. Además estaba ocurriendo muy deprisa. Hace una semana estaba tratando de escaparme por la ventana de mi casa para ir a una fiesta y ahora estaba en un teatro de Chicago preparándome para salir a cantar con el chico de mis sueños.

Estaba cumpliendo mis sueños y estaba muy nerviosa. Nolan me había dejado para el final del concierto. Dijo que sería la sorpresa de la noche.

Estaba tan nerviosa que no paraba de dar vueltas por todo el backstage poniendo de los nervios al de sonido.

Mi padre apareció en el momento justo antes de que me desmayara de los nervios.

- Ahí está mi pequeña – dijo señalándome, se veía que estaba muy orgulloso de mí - ¿Nerviosa? – me preguntó mientras nos fundíamos en un abrazo.

- Un poco – dije con el tono de voz más agudo que de costumbre.

Mi padre se echó a reír.

- Lo vas a hacer muy bien – dijo y comenzó a acariciarme la cara para tranquilizarme – Tú madre y yo estamos muy orgullosos de ti – vi en sus ojos la misma emoción que sentía yo.

Another rock starDonde viven las historias. Descúbrelo ahora