five ☹

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*todas las minúsculas de esta historia están escritas a propósito*


El enojo de la chica no hacía más que elevarse cuando el tiempo seguía pasando y su móvil no emitía ningún otro sonido que no fuese el de la música que ahora sonaba por el cuarto.

No le respondía.

Tic, tac.

Seguía sin responder.

Frustrada, se dejó caer en la cama mientras su vista se enfocaba en la cómoda blanca enfrente suyo. Su copa estaba encima de esta, listo para servir el siguiente ya que se había quedado vacio. Divagó un poco con su vista perdida hacia el objeto, pensando si debería seguir sirviéndose copa tras copa hasta terminar dormida para así al día siguiente no recordar nada de la desastrosa noche que estaba teniendo.

No podía mentir, sentía vergüenza de si misma al verse en esta situación. Estaba en grandes problemas con su pareja y su mente no dejaba de pensar en ese chico extraño.

¿Cuál sería su nombre? ¿Tendrían la misma edad? ¿Y si él era un viejo?

Soltó una leve risa para si misma ante aquellos pensamientos que estaba teniendo. Las fotos del extraño parecían ser la misma persona pero, ¿y si la estaba engañando? internet era peligroso, ella lo sabía. Siguió pensando un pequeño lapso de tiempo sobre este tema que tanto le costaba soltar, hasta que su mente recordó una frase demasiado familiar para ella;

La curiosidad mató al gato.

¿Y quién era ella para contradecir ese famoso dicho?





5:58 am.

Siguió bebiendo hasta que llegó un punto en el que simplemente se detuvo, una idea se le había ocurrido y no iba a desaprovecharla.

Se levantó despacio de la cama, donde prácticamente había estado toda la noche, cantando, tomando y dejándose llevar por la música que tanto amaba escuchar. Una vez que consiguió mantenerse en pie sin sentirse muy mareada, caminó como podía hasta el armario de su habitación. Abrió este mientras una sonrisa traviesa comenzaba a asomarse por sus labios maliciosamente, dirigiendo su mirada hacia los cuatro cajones que se ubicaban enfrente suyo.

Abrió dos de estos cajones, sacando del primero perfectamente doblado un vestido blanco. La tela de este era fina y brillante, aunque era muy cómodo de llevar. En los bordes de la prenda se hallaba un poco de encaje, cosa la cual amaba.

Tras sacar el vestido fijó su vista en el segundo cajón, agarrando unas medias blancas las cuales llegaban hasta un poco más arriba de sus rodillas. Sin olvidar que al final también había un trozo de encaje.

Le encantaba ese conjunto, se sentía muy bonita en él y muy inalcanzable.

Cosa que sin duda alguna le gustaba demasiado.

Tras probarse las prendas elegidas junto unos zapatos marrones oscuros de charol con algo de tacón miró su figura en el espejo ubicado ahora enfrente suya.

Se veía genial hasta que dirigió su mirada hasta su rostro, en ese momento toda su alegría juró esfumarse en cuestión de segundos. Su tez se veía más pálida de lo normal, acompañada junto a sus pronunciadas ojeras, también pudo notar su rostro más delgado.

¿Por qué debía ella encontrarse en una situación así? ¿Cuánto más debería estar escapando de esta situación?

No lo sabía.

Se sentía perdida.

Su mente se despejó cuando escuchó el sonido de su celular, alguien le estaba enviando varios mensajes.


*tienes cuatro mensajes de el pesado que me acosa*





N/A hola chiquis, volví con más ganas que nunca de seguir escribiendo esta historia. como podréis apreciar he cambiado el nombre de algunos personajes, espero que no os importe!
dejadme qué os va pareciendo :)
si todo sigue yendo bien, el jueves-viernes de la próxima semana publicaré otro capítulo.
espero que os estéis cuidando y recordad tomar mucha agüita!

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2022 ⏰

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